Prada siempre se ha destacado por sus campañas vitalistas y alegres que siempre dan ganas de sacar la Visa y prenderle fuego sólo del buen rollo que desprenden. Pero esta vez no. En su nuevo movimiento promocional, la cosa no va de modelos locas del higo bailando. Va muchísimo más allá. Porque han reclutado a Polanski (que tiene que estar bastante aburrido en su forzoso retiro europeo por más que esté más granado que casi nunca) para que les haga un corto que se estrenó por sorpresa hace escasos días en el Festival de Cine de Cannes y que ha recibido los aplausos de todo el mundo. El corto en cuestión se llama «A Therapy» y en él una desaforada (y perfectamente vestida de Prada, of course) Helena Bonham-Carter le suelta una buena chapa a su psiquiatra, un Ben Kingsley que en todo su hieratismo y fascinación por el abrigo de su clienta está espectacular. Tres cortos minutos en los que Polanski sirve, de nuevo, su habitual ración de retorcimiento y de personajes ambiguos con una ironía que casi corta a través de la pantalla. Eso sí, a nosotros, la reacción del psiquiatra Kingsley no nos sorprende para nada: si nos pusieran en el morro ese maravilloso abrigo lila de Prada, también lo acariciaríamos como si fuera un tesoro.