Puede que Paravent sea el nuevo proyecto de Nitoniko… Pero, ojo, porque «Desierto» suene como nunca imaginarías que puede sonar.
Qué estimulante es cuando alguien te saca de tu zona de confort… Y, sobre todo, cuando te saca de tu zona de confort al salirse él (o ella) de la suya propia. Si digo esto es porque, básicamente, antes de escuchar «Desierto«, el primer tema de una nueva banda llamada Paravent, no pude evitar tener cierta idea preconfigurada en mi cabeza. Al fin y al cabo, lo primero que supe de este nuevo proyecto es que juntaba a Juanjo de Nitoniko con un tal Alexandre (del que, tengo que reconocerlo, no sé mucho más… Pero me gusta este misterio, la verdad).
¿Qué hacer con esta información? Básicamente, esperar que Paravent tuviera algo que ver con el pop pletórico y bailable de Nitoniko… Y ahí, cuando empezó a sonar «Desierto«, fue cuando tuve que salir de la zona de confort de los juicios prefigurados. No, Paravent no tiene absolutamente nada que ver con Nitoniko, y si en el proyecto de Juanjo su voz suena a puro chute de optimismo, en «Desierto» sabe sonar misterioso y jodidamente sensual a la vez que abiertamente emocional (sin necesidad de ser exhibicionista). Se nota que él mismo ha salido de su zona de confort. Y eso sólo puede ser algo positivo.
«Desierto» es un temazo inesperado que, además, supone el arranque de Paravent: van a ir publicando un tema por mes hasta la edición de su primer EP en abril. Es una de esas canciones que, partiendo de un colchón de electrónica algodonosa, construye un continuum hipnótico y fascinante en el que es demasiado fácil quedarse atrapado… Y lo mejor de todo es que esto es sólo el principio: este tema es un lienzo en blanco y a Paravent todavía les quedan muchas pinceladas hasta que veamos el cuadro completo de su propia personalidad musical. Se prevé una temporada excitante.
Más información en el Facebook de Paravent.