Si eres un lector a la búsqueda de libros realmente salvajes, no puedes perderte el alegato anti-civilización de Jean Giono en «Las Riquezas Verdaderas».
La reciente recuperación de Thoreau fue, sin lugar a dudas, la punta de lanza de algo tan importante como la reivindicación de la conexión del hombre con la Naturaleza, lejos de todas esas necesidades adquiridas y superfluas que pueblan nuestra existencia. Pero Thoreau no fue ni sigue siendo el único autor a la hora de abordar este tipo de temáticas, y desde la editorial Errata Naturae, quieren dar salida a esta querencia del lector actual… Así que no es de extrañar que, después de ser de los primero en poner el dedo sobre la llaga de Thoreau, hayan seguido explorando en la herida con una colección titulada (más que convenientemente) Libros Salvajes.
Uno de los últimos manuscritos en llegar a la colección de Errata Naturae es precisamente «Las Riquezas Verdaderas«: una pequeña gran joya en la que Jean Giono hace suyo un tono a medio camino entre el relato de ficción y la autobiografía más sana para abordar las vivencias que le llevaron a crear un proyecto de insubordinación comunitaria que, en compañía de un buen puñado de amigos, decidió abandonar la ciudad de París e ir a la búsqueda de otros estilos de vida en un valle de la Provenza.
«Las Riquezas Verdaderas» recoge estas vivencias, pero también mucho más. Al fin y al cabo, este es el alegato de Giono a favor de los placeres sencillos de la vida, esos que yacen lejos de la sobre-abundancia engañosa de esas grandes urbes que llenan nuestro tiempo de obligaciones innecesarias e inútiles. El autor hace un llamamiento a renegar de los abusos de la civilización y sus instituciones, un movimiento de insubordinación que, a la vez, también tiene mucho de manifiesto ecologista. Las capas de sentido de «Las Riquezas Verdaderas» se acumulan en un relato destinado a hacer pensar: un libro salvaje para lectores con necesidad de ser un poco más salvajes (o, por lo menos, asilvestrados).
Más información en la web de Errata Naturae. Lee las primeras páginas de «Las Riquezas Verdaderas».