Tras labrarse un nombre como terrorista musical y cultural, la primera aventura literaria de Albert Pla no podía tener otro título que «España de Mierda».
Habrá quien piense que, con el enrarecido clima político actual, la primera novela de Albert Pla no podía llegar en peor momento… Pero, la verdad, si te lo paras a pensar, más bien es el contrario: ahora más que nunca, necesitamos discursos que sean capaces de dinamitar el discurso central desde los márgenes. Y estamos hablando de cultura, no de geografía. Que conste en acta. Sea como sea, tras haberse ganado a pulso un lugar privilegiado en la cultura de nuestro país (un lugar desde el que lanzar sus ataques terroristas, claro), no es de extrañar que la nueva aventura de Albert Pla sea literaria y que lleve como título «España de Mierda» (editado recientemente por Roca).
Vaya por delante, sin embargo, que esto no es un ensayo ni un panfleto anarco-político. Ni mucho menos. Esta es una novela de ficción protagonizada por un joven cantante uruguayo llamado Raúl Gadea y su noble escudero Tito, que además de ser su representante es parte importante del engranaje del Madrid de Lavapiés. Lo de escudero no va en broma: Raúl y Tito se embarcarán en una gira de conciertos quijotesca que pasará por diversas ciudades españolas y que dibujará un paisaje que, al fin y al cabo, hace honor al título del libro: la de Albert Pla es una «España de Mierda«.
Eso sí, que este sea un libro de ficción no significa que no cuente con presencias ilustres de la cultura española, tal y como Andrés Calamaro, Kiko Veneno, Quimi Portet, Javier Krahe, Fermín Muguruza, Julián Hernández, Isaki Lacuesta, Jorge Drexler, Rosendo, Eugenio, Juan Tamariz, Mondongo o Tortell Poltrona. Un buen plantel de secundarios que Pla utiliza para contextualizar y darle una buena carga de realidad a esta «España de Mierda» que, no lo dudamos, hacía tiempo que necesitaba un libro como el que nos ocupa.