UP
«Hotline Bling«. Y punto.
El príncipe Harry con barbita pelirroja y con pinta de haberse zampado cuatro panes de payés. Empotrador total.
El puñetazo a Rajoy. Condenamos la violencia, claro, pero hay que reconocer que esto fue más somatización que violencia. Eso sí, que el chaval que propino el golpe se haya desvelado como sobrino de Rajoy nos chafa la teoría de que era su chapero reclamándole impagos.
Bertín Osborne. El hombre.
Arca. El no hombre.
La transmutación de Antony & The Johnsons en ANOHNI (y su confirmación como uno de los cabezas de cartel del Sónar 2016).
Björk, en plena forma aunque Matthew Barney le dejó el corazón hecho unos zorros.
Justin Bieber. Que sí. Que mola. Y todas las polémicas con su picha también.
Apple Music. ¿Alguien se acuerda de aquel otro servicio de streaming musical? ¿Cómo se llamaba? ¿Spotify?
Manuela Carmena y Ada Colau, ídolas.
Acne Studios. Partiendo la pana. Como si no hubiera un mañana.
Emilia Clarke, mucho más que la Madre de los Dragones.
El calendario Pirelli para el 2016 y su apuesta por mujeronas fuera de la norma (pajillera).
Olivier Rousteing: si hay alguien que ha conseguido que su nombre trascienda este año en el mundo de la moda, ese ha sido él.
Las Bistecs. Ya hacía falta algo así en nuestro país.
Que Cara Delevigne haya seguido petándolo en el 2015… y lo que nos llegará en el 2016.
El cambio de rumbo de festival Bilbao BBK Live… Sabemos de otros festivales que tienen que estar mordiéndose las uñas.
El tiburón de Katy Perry haciendo lo que le daba la gana. Siempre en nuestros corazones como símbolo del outsider máximos.
El regreso de Grimes con sus propias reglas. Bien por ella.
«Zoolander 2» y la peli de «Absolutely Fabulous«. Cine y moda y humor que ha dado mucho que hablar en el 2015 pero que lo petarán en el 2016.
Todas las locuras de Jeremy Scott en Moschino, pero especialmente su colaboración con Nintendo.
La confirmación de que el Sónar es el mejor festival que tenemos en este país.
Apple Watch. Había quien decía que no… Pero al final va a ser que sí.
El taxi. Me lo paró. El taxi.
Que Kristin Stewart haya empezado a caernos bien. La culpa la tiene «Sils Maria» y su colaboración con Karl Lagerfeld para Chanel.
El vestido / tortilla de Rihanna en la inauguración de la expo del MET.
Los desfiles de Rick Owens. Miedo nos da el próximo.
El Johnson, el hijo «rarito» (dicho esto como algo muuuuy bueno) de Magic Johnson.
La colaboración de Balmain y H&M.
Que Years & Years al final hayan petado tanto. Ya lo decíamos nosotros…
El regreso de David Bowie. Y esta vez sí que podemos afirmarlo: POR TODO LO ALTO.
La confirmación de James Corden como icono de estilo pese a sus kilos de más.
Que la identidad de género se haya convertido en trending topic.
Snapchat. Si todavía no estás en esta red social, de verdad que no eres nadie.
El FIB 2015, con el mejor cartel que se le recuerda en años.
La relación de amor entre Boiler Room y la ciudad de Barcelona… Esperamos mucho más en el año 2016.
La cirugía de Uma Thurman, que al final no fue cirugía ni nada de eso.
La langosta que le tapó el chichi a Chloë Sevigny en aquellas fotos tan majas.
Amy Schumer. Hasta este año, no sabíamos quién era. Ahora no podemos vivir sin ella.
La colaboración entre Puma y Rihanna.
La nueva trilogía de «Star Wars«… ¿Será verdad? ¿Va a molar?
Ariana Grande y los donuts. Ella nos cae como el culo, pero hay que reconocer que esta polémica fue divertida.
Que Michael Angelakos de Passion Pit haya salido (por fin) del armario.
Lily-Rose Depp. Mola que, en menos de un año, la hija de Johnny Depp y Vanessa Paradis se haya convertido en algo más grande que sus padres. Brava.
El pene de LeBron James. Aunque las imágenes no fueran del todo claras y tuviéramos que usar la imaginación.
Que la familia Hadid se reproduzca a marchas forzados, que todos ellos sean modelos… y que estén buenos como comer con las manos. ¿No hay ni un Hadid feo? ¿O lo tienen encerrado en el sótano? D
La llegada de los pantalones de chándal al armario masculino.
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DOWN
Alexander Wang. Nos da que se le ha subido a la cabeza todo un poco… Aunque el hecho de que la gente lo confundiera con Steve Aoki en el videoclip de Madonna ya nos pareció una buena jugada del karma.
Las salidas de Raf Simons, Alexander Wang y Alber Elbaz de Dior, Balenciaga y Lanvin, respectivamente.
La familia Kardashian casi al completo… Sólo salvamos a Caitlyn y a Kendall. Pero el resto de ellas es que no. No podemos.
Que «El Hormiguero» sea la única opción televisiva por la que pasen las estrellas internacionales… Y que nos produzca una profunda vergüenza ajena.
Los estilismos de Miley Cyrus. De ella somos fans, pero esa ropa merece ser quemada en la plaza del pueblo como las brujas en la Edad Media.
La última sobrada de Kanye West: llamar a su nuevo hijo Saint para que, con el apellido, sea Saint West. Después de decir que se presenta a presidente de los EEUU, era lo que faltaba.
Más Kanye West: su colaboración con adidas es una puta mierda. Que no haga más, por favor.
El pique entre Anna Wintour y Tim Gunn. Es como ver pelearse a tus padres. No mola.
La muerte de Marujita Díaz.
Todo el tinglado con James Deen. Y mira que tanto él como su polla nos caían bastante fetén.
Que Amancio Ortega fuera el hombre más rico del mundo durante diez segundos antes de que las variaciones del euro le quitaran el título. Cómo tuvo que joderle. Y cómo nos gusta saber que le jodió.
La compra de Pitchfork por parte de Condé Nast. Es el signo de los tiempos, lo sabemos, pero no tiene por qué gustarnos.
El paseo en bicicleta del PP. FPM no olvida.
Que la película de Tom Ford con George Clooney al frente nunca se llegara a hacer realidad.
Adele y sus uñas y sus canciones y su mera existencia.
CR7. La línea de zapatos de Cristiano Ronaldo. Wala.
Amarna Miller omnipresente. En serio, más que un coño, es un coñazo.
El culebrón American Apparel y que si cierra, que si no, que caiga un chaparrón.
La colaboración entre Sia y Maddie Ziegler. Al principio, bien. Ahora es un poco cansina ya. Esto sólo lo anima que la bailarina se haga mayor de edad y Sia le declare su amor y se casen y sean felices y coman perdices y luego vendan la exclusiva de su divorcio.
Que Ke$ha se haya reformado y ahora vaya de niña buena. ¿Existe algo más chungo que una chola reconvertida?
Las barbas azules. No nos malinterpretéis: sí a las barbas (todavía, digan lo que digan), no a las barbas azules.
Victoria’s Secret y todo lo que le rodea.
El videoclip de Elsa Pataky para Women’s Secret.
Madonna. ¿Es este el año en que dejó de ser un valor seguro?
Que Gisele Bundchen se retirara finalmente de las pasarelas.
Amal Clooney. A ella la respetamos como profesional, claro. Pero ¿en qué estabas pensando, George?
Que el último tema de la saga James Bond lo hiciera esa señora británica llamada Sam Smith y no Lana del Rey.
Madrid volviéndose loquer del chocher con la apertura de Primark. No era para tanto. [/nextpage]