Los nuevos videoclips de Coldplay y Tame Impala tienen algo en común: están protagonizados por monos… En una hipotética batalla, ¿quién sería el ganador?
En los últimos días, han coincidido dos estrenos de videoclips bien sonados… Por un lado, Tame Impala han vuelto al ruedo con un nuevo single extraído de su último álbum. Y, por el otro, Coldplay han querido reservarse un primer impacto bien sorprendente para el que es el primer single de su nuevo trabajo. Ambos clips tienen algo en común: los micos como protagonistas. Cierto es que comparar siempre es feo, y más si tenemos en cuenta que ambas bandas no sólo proceden de backgrounds musicales muy distintos, sino que también exhiben pretensiones de muy diferente signo.
Aun así, y por muy chungo que sea eso de la comparación, también hay que reconocer que este tipo de comparativas son jodidamente placenteras en lo que a morbo respecta. Y, teniendo en cuenta que en Fantastic Plastic Mag nos gusta más el morbo que a un tonto un lápiz, ¿qué podíais esperar de nosotros? ¿Que nos quedáramos de brazos cruzados? Ni mucho menos. A continuación tenéis una batalla campal entre los videoclips «The Less I Know The Better» de Tame Impala y «Adventure of a Lifetime» de Coldplay… ¿Cuál será el veredicto? ¿Quién será el mono mayor del reino?
TAME IMPALA. En la teoría, la traslación a imágenes del nuevo single de Tame Impala, “The Less I Know The Better”, debería coincidir con la melosidad romántica de la tribulación tipo ‘ojos-que-no-ven-corazón-que-no-siente’ que relatan unos versos tan dulzones como la capa de soft-pop-rock setentero que envuelve a la pieza en particular y al álbum “Currents” (Modular, 2015) en general. Pero, en la práctica, toda esa idea salta por los aires por obra y gracia de CANADA. A partir de aquí, empieza la fiesta: lo que parece la típica historia de amor adolescente entre un miembro del equipo de baloncesto del instituto y una de sus animadoras a lo “Amor Loco, Amor Prohibido” vira por culpa de un inocente “I love you” con sabor vaginal (¿real o imaginado por su protagonista?) y deriva en un chorreo de calenturientas secuencias más y menos explícitas, todas ellas irresistibles. Si estás en la oficina, recuerda: NSFW. Si no, prepárate para menear y romper con lo que tengas más a mano esta piñata rellena de confeti sexual.
Conocidas las armas visuales y temáticas que maneja el colectivo CANADA en sus trabajos más irreverentes, aquí te encontrarás sus habituales tonos pastel, su explosiva combinación de colores chillones y su simbología genital elevada al cubo para recrear un verdadero orgasmo coreografiado. De paso, conocerás su peculiar versión de Trevor, uno de los personajes de la canción que en el vídeo se presenta como el gorila mascota del equipo y tercer vértice de un triángulo de amor bizarro en el que lleva todas las de ganar porque, básicamente, es el que se beneficia a la chica. Y ella, tan contenta. Mejor dicho, tan excitada entre sus pelos y dedos simiescos. Cuando el mercurio corporal llega a su punto de ebullición y comienzan a hervir las pelotas (de baloncesto) y los plátanos, surge el dilema: ¿empatizas más con el pobre e ingenuo chaval derrotado o con el gorila cabroncete? Una pregunta que podría haber formulado el mismísimo Sigmund Freud, cuya cabeza haría catacrocker en busca de explicación a este clip que unos ven como un desmadre psico-erótico, otros como una provocación facilona que no hace justicia al mensaje amoroso de “The Less I Know The Better” y un servidor como una genialidad que te pone a mil. [Jose A. Martínez]
COLDPLAY. ¿Cómo digo esto sin herir la sensibilidad de los más mojigatos (y de los fans de Coldplay en general)? A ver: básicamente, el videoclip de «Adventure of a Lifetime» es una puta mierda pinchada en un palo que, a su vez, también tiene el mango recubierto de mierda. Pero vamos por partes. La pieza audiovisual (o algo así) viene dirigida por Mat Whitecross, que hace unas semanas era noticia por saltar a la palestra como director de ese documental sobre Oasis que ya están preparando los productores de «Amy» y que ahora vuelve a estar en el punto de mira de todo el mundo por haber tenido los cojones de haber dirigido esta mamarrachada simiesca… Eso sí: objetivo conseguido, chavales. Todo el mundo está hablando del video, de la canción, del disco (que se titulará «A Head Full of Dreams» -Parlophone, 2015- y que se lanza oficialmente el próximo 4 de diciembre) y, sobre todo, del regreso triunfal de Coldplay después de un par de discos bastante infumables.
Aquí tengo que hacer una puntualización: «Adventure of a Lifetime» me parece un temazo. En serio. Es pegadizo, optimista y, aunque no inventa la rueda, sí que consigue que vea la luz al final del túnel después de haberme metido yo solito en un agujero bastante jodido a base de escuchar a Arca como si no hubiera un mañana. Pero lo cortés no quita lo valiente, y el hecho de que Whitecross haya pillado la tecnología 3D simiesca de «El Amanecer del Planeta de los Simios» y la haya utilizado para poner a un grupo de monos bailando el «Aserejé» pues no tiene perdón de Dios. Porque en eso consiste el vídeo: unos monos que se vienen arriba escuchando «Adventure of a Lifetime» y que se acaban haciendo un flash mob que ríete tú de las coreografías multitudinarias de la «Macarena«. Todo muy de vergüenza ajena, sobre todo cuando se ponen gorras y tocan instrumentos y esas cosas que no deberían habérsele pasado por la cabeza a nadie en este puto mundo pero que ahí están para recordarte que el Apocalipsis está cerca. [Raül De Tena]
¿EL VEREDICTO? ¿Es necesario que lo digamos en voz alta? ¿En serio? Pues a ver, tías, Tame Impala gana la partida y encula a Coldplay sin lametones preliminares ni nada de eso. Que después los de Chris Martin vayan a vender mil veces más entradas es harina de otro costal… Pero aquí veníamos simple y llanamente a declarar un ganador en esta batalla de monos. Así que no llevemos la cosa a mayores. Que sacáis lo peor de nosotros.