Si Miss Piggy y Louis C.K. tuvieran una hija, esta se parecería a Amy Schumer… ¿Todavía no te has enamorado de la protagonista de «Trainwreck»?
PRIMER VISTAZO. He de reconocerlo: por mucho que tengo amigos que hace mucho (pero que mucho) tiempo que me vienen recomendando que me enganche a la serie «Inside Amy Schumer«, al final mi primer flechazo con esta mujer fue, sin lugar a dudas, en «Trainwreck» (a la que en todo este artículo seguiré refiriéndome como «Trainwreck» porque siempre olvido deliberadamente que en España la titularon «Y De Repente Tú«). Iba sobre aviso: según todo el mundo, iba a encontrarme con mi nuevo amor, una humorista con un físico fuera de la norma (es decir: no está buenísima… dependiendo de cómo se mire, claro) que pone en el centro de su diana cómica temas poco habituales entre las chicas como el sexo, la escatología, la comida poco sana, la afición al alcohol o el frikismo. Vamos, no es de extrañar que los amigos que me decían que viera «Inside Amy Schumer» sean todos heterosexuales y tengan un crush considerable con esta mujerona.
ENAMORADOS HASTA LAS TRANCAS PORQUE… Existen tres motivos básicos para enamorarse hasta las trancas de Amy Schumer: dos de ellos concretos y uno general. Los dos concretos tienen nombre propio, claro. El primero es, sin lugar a dudas, la mencionada «Trainwreck«: una película que, pese a un final que se permite un pequeño gran desliz hacia las convenciones de la rom com, asegura un buen cuerpo de bromas apoteósicas al respecto de algunos de los lugares comunes de la feminidad que las mujeres procuran siempre mantener en secreto (o en petit comité, vaya usted a saber). Y el segundo motivo concreto es esa «Inside Amy Schumer» que sí, que tiene madera de serie de culto. Por ahí dicen que la humorista es algo así como la versión en femenino de Louie C.K., pero mientras que la serie de este es meta-televisión, lo de Schumer es una locura entrópica sin pies ni cabeza: tan pronto hay trozos de monólogos como sketches o entrevistas locas. Todo cabe.
¿Y qué pasa con el motivo general? Pues está bien claro: el motivo general para enamorarse de Amy Schumer es precisamente que ella existe, que es una maravillosa alteración en el orden del espacio y del tiempo de la realidad cómica de Estados Unidos. Incluso humoristas femeninas como Kristen Wiig o Tina Fey operan en ciertos parámetros de corrección política, de «esto es lo máximo que puedes enseñar para no repeler a la audiencia (o femenina o masculina)«. Su compañera de fatigas más próxima podría ser Lena Dunham si la de «Girls» no estuviera empeñada en ser tan guay y hipster y chachi y feminista e ídola de la moda. A Amy Schumer se la pela ser guay y hipster y chachi y feminista e ídola de la moda. Será por eso que cae mucho mejor que la (plasta de la) Dunham.
PREDICCIÓN DE FUTURO. Judd Apatow ha apadrinado su salto desde la televisión al cine… Y eso sólo va a ser el principio. Hace unos meses, la Schumer era portada de GQ (USA) vestida de Princesa Leia, y en el interior de la revista posaba haciéndole una felación al icónico sable de luz. Lo único que podemos esperar es que estas dos Amys, la cinematográfica y la ídola de masas, vayan creciendo y creciendo y creciendo. ¿Lo próximo? No sé, si Kanye puede presentarse a presidente de EEUU, ¿por qué no Amy?
PODRÍA SER HIJA DEL MATRIMONIO FORMADO POR… Miss Piggy y Louis C.K.
PRÓXIMOS ESTRENOS. «Inside Amy Schumer» (temporada 4)