La carrera hacia el Sónar 2016 acaba de empezar con una imagen sorprendente y con la recuperación de L’Auditori para albergar una actuación muy especial.
¿Qué dices? ¿Que es un poco pronto para empezar con la fiebre de los festivales veraniegos del 2016? Puede ser. No te vamos a decir que no. Pero en esta (puñetera) vida hay algunas cosas que no puedes elegir, sino que te eligen a ti: la familia en la que caes, la(s) persona(s) de la(s) que te enamoras, la(s) persona(s) que te pone(n) cachondo… Y, evidentemente, los festivales que te suben la bilirrubina, si nos permitís aquí una mención a un clásico del pachangeo noventoso. Confirmado esto, en Fantastic Plastic Mag lo podemos decir más alto pero no más claro: el Sónar nos pone muy palote.
Y no por nada, sino porque sus últimas ediciones han descrito una escalada hacia la felicidad absoluta que sólo puede presagiar un Sónar 2016 de quedarse tocado de la cabeza (y del corazón). Por ahora sabíamos que ese mismo Sónar 2016 se celebraría en Barcelona en las fechas que van del 16 al 18 de junio del próximo año… Pero ahora sabemos un poquito más. Para empezar, ya podemos acceder a un primer vistazo de la imagen de la próxima edición, que viene a ser una especie de huella de animal (¿oso? ¿perro? ¿gato?) que tiene madera de icono por mucho que todavía no sepamos qué locura se le habrá ocurrido al maestro Sergio Caballero.
Pero eso no es todo, porque el Sónar anuncia que recuperará uno de sus espacios más queridos, L’Auditori de Barcelona, para que albergue uno de esos espectáculos que sólo podrás ver una vez en tu vida. Se trata de «Become Ocean«, la pieza orquestal sobre el cambio climático con la que el norteamericano John Luther Adams ganó no sólo el Pulitzer de Música en 2014, sino también el Grammy a la mejor composición contemporánea en este 2015. Será la primera vez que esta pieza toque suelo europeo, y lo hará con dirección de Brad Lubman e interpretación a cargo de la Orquesta Sinfónica de Barcelona y Nacional de Cataluña.
Repetimos: hay cosas que no eliges en esta vida, sino que te eligen ellas a ti… Pero es que, en el caso del Sónar, hay que reconocer que se lo curran para que el enamoramiento no sea algo que elija nuestro estómago, sino nuestra cabeza.