Arthur Russell, Paul Simon, Connan Mockasin, Prince… Si te gusta aunque sólo sea uno de estos cuatro nombres, tu nueva locura se va a llamar LA Priest.
¿DE DONDE SALE? El caso de Samuel Eastgate es uno de esos en los que realmente resulta difícil determinar de dónde carajo sale… Para empezar porque, si nos ponemos serios, habrá que admitir que su «carrera» (o algo así) ha ido dando unos tumbos que no son ni medio normales. Y, para continuar, porque geográficamente también se ha ido moviendo de forma realmente inabarcable. Pero intentémoslo, venga: Eastgate es británico de nacimiento y, por un momento, parecía que iba a tener una carrera «normal» en esto de la música cuando su banda Late of the Pier empezó a recibir la atención masiva de la prensa internacional gracias a su excelente disco «Fantasy Black Channel» (Astralwerks, 2008).
Pero, como suele decirse, algo «se rompió», porque Late of the Pier entraron en el año 2010 en un paréntesis que, a estas alturas, ya hemos asumido más bien como ruptura. A partir de ahí, vienen los tumbos de Sam Dust (que es el otro nombre por el que se le conoce a Eastgate): en los últimos años ha girado como guitarrista de Connan Mockasin (otro que tal baila), pero sobre todo se ha dedicado a recorrer el mundo entero y a trabajar en todo un conjunto de proyectos musicales que él mismo tacha de «secretos» antes de advertir que nunca verán la luz. Lo más freak del lote, sin embargo, es que Eastgate pasó un buen tiempo en Groenlandia estudiando los fenómenos electromagnéticos. ¿Cómo ensamblar todo lo dicho en una única persona? Será difícil. Pero no imposible.
Hace unos meses que LA Priest lanzó su debut en largo, «Inji«… y jode que parezca que nadie se ha enterado.
NOS TIENE TÓ LOCOS PORQUE… Hace unos meses que Eastgate lanzó su debut en largo, «Inji» (Domino, 2015), y jode que parezca que nadie se ha enterado. Lo lanzó bajo el nombre de LA Priest (a pronunciar como «lah preest«), que ya había usado en el 2007 para editar un single en el sello de Erol Alkan pero que desde entonces se había quedado en barbecho. Y la cuestión es que, aunque (repito) el mundo ha decidido no darse por enterado, el chaval se ha cascado un discarral muy tremendo que recoge influencias desde el Prince más poliédrico hasta el mismo Connan Mockasin, desde el Arthur Russell más discotequero hasta el Paul Simon más worldmusiquista. En serio: puede sonar totalmente esquizofrénico, pero escuchar «Inji» es una puñetera maravilla.
PREDICCIÓN DE FUTURO. Es difícil hacer una predicción de futuro para LA Priest porque, si a estas alturas no ha despegado con un discarral como «Inji» bajo el brazo, es de dudar que lo acabe haciendo a nivel masivo. Mucho mejor: las sutilezas de su sonido no son cosas de grandes masas, así que Eastgate puede acabar convirtiéndose en algo así como el hermano más (poli)rítmico de Connan Mockasin. No va a ser cabeza de cartel de ningún festival, pero eso será algo positivo porque así siempre lo podremos ver donde este tipo de música se disfruta más: en las distancias cortas. ¡Ah! Y, por cierto, una cosa que sí que se puede predecir es que LA Priest va a ser impredecible… Tan impredecible como para marcarse por sorpresa temarrales muy tremendos como «Show«, una odisea bailable que acaba de editar junto a Lxury (y que puedes escuchar aquí).
DOS Y DOS SUMAN CINCO. Arthur Russell + Paul Simon + Prince + Connan Mockasin = LA Priest
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