«Hijos del Átomo. Once Visiones Sobre La Patrulla-X» abrirá las puertas a los recién llegados a la saga… pero también abrirá los cielos de los iniciados.
Reconozcámoslo: antes de que la Marvel se diera cuenta del filón que había en las pelis de superhéroes, un filón sobre el que estaban apoltronados casi sin darse cuenta, fueron la 20th Century Fox y su franquicia de Hombres X los que pusieron a andar esta locura que ha acabado desembocando en el intrincadísimo Universo Cinemático de la compañía de cómics por excelencia (con permiso de DC, claro). De repente, en las últimas décadas, los superhéroes se han convertido en moneda de cambio común en las conversaciones de todo un público que, antes, hubiera torcido el gesto inmediatamente y hubiera desestimado esta temática por su carácter «infantil».
Pero ahora no. Ahora los superhéroes molan. Y gran parte de la culpa de esto habrá que echársela a los X-Men. No sólo porque fueran los que, junto a los Spider-man de Raimi, abrieron la brecha por la que entrarían el resto de hombres y mujeres con leotardos, sino sobre todo porque los discípulos de Charles Xavier demostraron que los superhéroes también podían ser una cuestión compleja, con una profundidad psicológica tan amplia como para que en ella habitaran múltiples disruptivas morales, críticas sociales, alertas políticas en clave de distopia. Las películas de Bryan Singer demostraron al público cinematográfico lo que los aficionados al cómic ya sabían desde hace tiempo: que los superhéroes son un campo de batalla perfecto en el que dirimir cuestiones de calado superior enmascaradas con mamporros y explosiones igualmente fascinantes.
Y si me he permitido dar esta chapa inconmensurable cuando aquí y ahora debería estar hablando del tomo «Hijos del Átomo. Once Visiones Sobre La Patrulla-X» (editado en nuestro país por Alpha Decay) es porque, básicamente, este libro es el que deberían leer todos aquellos que han llegado a los X-Men de una forma tan poco natural como puede ser el cine: si eres de los que se han dejado deslumbrar por las (realmente excelentes) entregas fílmicas de la saga pero todavía estás dudando si lanzarte a los cómics o no, esta recopilación de once firmas disertando sobre diferentes aspectos de la Patrulla-X te acabará de convencer. Y que conste que no estoy diciendo que si eres un experimentado lector de viñetas este libro no te vaya a servir de nada. Más bien lo contrario: aquí hay de todo para todos, e incluso los más connaisseurs van a encontrar leña que cortar en los árboles de este libro.
Este libro es el que deberían leer todos aquellos que han llegado a los X-Men de una forma tan poco natural como puede ser el cine.
Y es que, como ocurre con la propia saga mutante, los escritos de «Hijos del Átomo. Once Visiones Sobre La Patrulla-X» tienen múltiples niveles de lectura que hacen posible que sea el lector quien decida hasta dónde quiere llegar. Las más accesibles son, sin lugar a dudas, las firmas que bucean en la (a veces demasiado) compleja historia de la saga para clarificar determinados puntos o tramos, tal y como ocurre con los textos de Raimon Fonseca o, sobre todo, los de Óscar Broc (con una elocuente visión de la «profanación» como método cíclico de renovación superheróica) y Albert Fernández (abordando cómo la anarquía destructiva de las nuevas generaciones se filtraron por las grietas de la saga). También hay quien opta por centrarse en un personaje y analizarlo en claves de diferente profundidad, tal y como ocurre con los casos de Jean Grey (diseccionada por Alberto García Marcos), Magneto (por Jordi Costa), Lobezno (por Gerardo Vilches) o, inevitablemente, Charles Xavier (por Juan Trejo).
También hay agentes libres, como la (magistral) locura que Eloy Fernández Porta desata en torno a la figura de Mística; y, sobre todo, hay un broche de oro a modo de cierre en el que Octavio Botana analiza las (escalofriantes) correspondencias entre la ficción de X-Men y la realidad que nos ha tocado vivir. Al fin y al cabo, lo repetiré una vez más: aunque parezca lo contrario, la problemática de los Hombres X siempre ha hablado del pan nuestro de cada día. E «Hijos del Átomo. Once Visiones Sobre La Patrulla-X» refleja lo dicho en múltiples y muy diversas formas. Todas ellas complejas. Todas ellas divertidas hasta el tuétano. Como un buen cómic, vamos.