«Regresión» por fin llega a nuestra cartelera y vuelve a abrir el debate de siempre: Alejandro Amenábar, ¿salvador del cine nacional o zurullo insoportable?
Vale. Ya está. Ya la tenemos aquí: «Regresión» por fin ha llegado a nuestras pantallas… Y se reaviva el debate de siempre: Alejandro Amenábar, ¿salvador del cine nacional o zurullaco particularmente oloroso? Y es que hay que reconocer que absolutamente ninguna de sus películas ha podido evitar la polémica sangrante: lo que para muchos era la salvación de la taquilla española para otros era un refrito del peor cine comercial hollywoodiense en el que era totalmente imposible rastrear rastro alguno de una personalidad mínimamente nacional; lo que para unos son películas intachables para otros son films con más pompa y artificio que resultados reales.
Y, evidentemente, todas esas opiniones se van a volver a poner sobre la mesa con «Regresión«. Porque, por si no te has enterado, la cinta tiene lugar en Minessota en los años 90, un lugar y un tiempo que tienen que ser súper familiares para Amenábar. Pero venga, seamos buena gente: la película parte del hecho de que un hombre (Ethan Hawke) es acusado de abusar de su hija (Emma Watson) en un acto de agresión que él no recuerda. A partir de ahí, un psicólogo intentará sacarle a la fuerza los recuerdos y, por el camino, se encuentra con un policía que podría estar involucrado en los abusos e incluso con sectas satánicas. Estoy seguro que, a estas alturas y con esta sinopsis, todos tendremos más que claro si queremos ver «Regresión» o salir corriendo en dirección opuesta.
Los que decidan correr en dirección opuesta, por su parte, podrían y deberían echarle un vistazo a «Lejos de los Hombres«. Y es que, en el caso del film de David Oelhoffen, hay dos datos que van a conseguir que cualquier persona con dos dedos de frente quiera ver la película en cuestión: está protagonizada por Viggo Mortensen y se basa en «El Extranjero» de Albert Camus. ¿Necesitas más motivos? A mi me parece que no.