La esclavitud vuelve a ser uno de los grandes temas de «Neverhome (Ella Era Más Fuerte)», pero en esta ocasión Laird Hunt ofrece una visión diferente.
Tiene que ser realmente jodido eso de saber (porque te lo recuerdan continuamente desde los medios) que eres «el escritor favorito de Paul Auster«. Sí, realmente jodido. Y, sin embargo, esa es la losa que Laird Hunt lleva a sus espaldas con un estilazo y con un ahínco que fascinan libro tras libro. Si en su anterior «La Benévola» ya deslumbró con su intención (y su éxito a la hora) de dejar por escrito el relato definitivo sobre la esclavitud, en su nuevo «Neverhome (Ella Era Más Fuerte)«, editado ahora en nuestro país de la mano de Blackie Books, vuelve a ese mismo tema… pero desde un punto de vista diferente.
Un punto de vista que por «diferente» no deja de ser totalmente fiel a la realidad histórica… Y es que «Neverhome (Ella Era Más Fuerte)» está protagonizado por Ash Thompson, una de las más de cuatrocientas mujeres que se hicieron pasar por hombres para poder luchar a favor de la abolición de la esclavitud en la década de 1860. Una mujer que dejó atrás una casa, un marido y una vida femenina idílica no sólo para luchar por unos ideales, sino sobre todo para descubrirse a ella misma en el camino.
Como dice la misma protagonista de «Neverhome (Ella Era Más Fuerte)» poniendo voz a los pensamientos de Laird Hunt, ya deberíamos estar cansados de relatos en los que «las mujeres son santas y ángeles y los hombres son valientes y nobles muchachos«. Es hora de apostar por realidades diferentes como la de esta novela que retrata la realidad tal y como fue, tal y como es: mucho más dura, mucho más confusa, mucho más compleja. No es difícil ver por qué Hunt es el autor favorito de Paul Auster. Y tampoco es difícil ver por qué al escritor no le pasa para nada la losa de semejante afirmación.