¿Qué pasa cuando el despertar sexual y emocional de un chaval se topa con una educación fuertemente religiosa? Julien Green se lo pregunta en «Moira».
Cualquier adolescente se ha encontrado, en el paso casi ritual hacia la vida adulta, metido de lleno en la contradicción de intentar hacer convivir el nido familiar, con todas sus certezas que parecían hasta el momento eternas e indiscutibles, y su recién descubierto universo personal e independiente: eso es lo que retrata principalmente «Moira«, la novela de Julien Green que la editorial Automática por fin publica en nuestro país.
En el libro del escritor estadounidense de raíces francesas, sin embargo, la dicotomía antes nombrada alcanza un punto de ruptura aún más peliagudo: el encuentro entre una educación hermética y puritana y el descubrimiento de la sexualidad. Joseph, educado en el nido de una familia estrictamente religiosa, ingresa en la universidad, entorno nuevo que pronto entrará en conflicto con los estrictos preceptos religiosos que rigen su existencia. Su obsesión con la pureza lo lleva a rechazar el estudio de los clásicos o del arte, y lo sume progresivamente en una soledad autoimpuesta, cargada de culpa y rencor. Todo se precipita y acentúa cuando en su vida irrumpe Moira, una joven despreocupada y poderosamente sensual.
Todas las certezas de Joseph se ven tambalear, y el descubrimiento de un mundo más allá de la intangibilidad religiosa remueve en el protagonista de «Moira» un avispero de pasiones contrapuestas donde espíritu y carne, gracia y pecado, viven en constante pugna, siempre bordeando la frontera que separa la salvación del abismo. Así, en la que muchos han considerado como la mejor novela de Green, el escritor consigue profundizar con una madura lucidez en los peligros del puritanismo religioso que, encerrado en un inmovilismo moral incapaz de amoldarse a los cambios del mundo, se expone al riesgo de engendrar sus propios demonios.