Hay muchas formas de orgullo, pero en nuestro país practicamos el «Orgullo Brutal» puro y duro… Así lo retrata Raúl Cimas en su nuevo cómic.
Orgulloso de mi nuevo coche. Orgulloso de que ese famoso me haya hecho un reply en Twitter. Orgulloso de ser español. Orgulloso de ser subnormal… Hay muchas maneras de sentirse orgulloso, pero todas vienen a ser casi lo mismo. Así te lo pinta Raúl Cimas, quién llegó a la cima (ja-ja) del humor y la comedia española ya no sólo como fundador del mítico programa televisivo «La Hora Chanante«, sino también como humorista gráfico que partió la pana con su debut en el cómic con «Demasiada Pasión por lo Suyo«. Ahora, Cimas regresa al mundo de las viñetas con «Orgullo Brutal«.
De la mano de Blackie Books, el nuevo cómic del (mucho más que) humorista detecta y retrata con acidez y simpatía todos aquellos personajes insólitos que nos brinda el sentimiento de orgullo, una de las cosas más inútiles que se pueden sentir en esta perra vida. Un orgullo que, de alguna manera, acaba siendo un epítome en múltiples caras y formas de la esencia española: el ultra futbolero obcecado, el famoso televisivo pasado de vueltas, el obseso por su extraña dieta, el experto en terracitas, las señoras liberadas con el mundo por montera, los que ya lo han vivido todo, los que no tienen que dar explicaciones de nada…
Si bien -y obviamente- en «Orgullo Brutal» nos encontramos con personajes cerrados y pintados bajo un estereotipo muy marcado, basta con encender la televisión o bajar al bar de la esquina para ver los mil y un reflejos que el cómic establece con la realidad: dales un partido de fútbol, reza para que la selección española gane y mira cómo se lanzan todos en berreos al son de «¡Yo soy español, español, español!«. Lo dicho: puro «Orgullo Brutal«.