Cachorros de los 90s, esta noticia os interesa: «The O.C.», vuestra serie más icónica, vuelve… Pero lo hace en forma de musical por tiempo limitado.
Si nacisteis a mitad de los 90 y para los primeros dosmiles erais unos inocentes y soñadores pre-púberes que lo flipaban con todo, seguramente estaréis marcados por la mítica serie «The O. C.«, la mejor fiction de drama adolescente (hasta la tercera temporada incluida, luego se convierte en basura) que haya sido jamás emitida. Será por el pequeño pero fundamental salto generacional, pero me atrevería a colocarla incluso por encima de «Dawson’s Creek» o «Buffy The Vampire Slayer«, que dejaron de emitirse justamente el mismo año que «Orange County» de Phantom Planet empezaba a inundar miles de pantallas musicando paisajes y escenas de la Newport Beach californiana: el 2003.
Si sois de los que aún se dejan los pulmones con esos «californiaaaaaaaaa, californiaaaaaa here we cooooooooome» de la canción arriba mencionada, si sois de los que se enamoraron de uno de los primeros personajes televisivos tipo nerdy-cool amantes de la música indie que fue Seth Cohen y aún sueltan su mítica «I’m having an allergic reaction to the universe» entre frases, si llorasteis lo que no está escrito con esa über-exagerada y sentimentaloide muerte de Marissa Cooper y soñasteis con que un chico-malo-en-realidad-pastelito como Ryan Atwood se enamorara de vosotras, esta noticia va a hacer temblar unos segundos -aunque sea por mera nostalgia- vuestro corazón adolescente.
Y es que «The O. C.» vuelve (YAAAY), pero en forma de nada más y nada menos que de musical (hum, ahí viene la torcida de morro): el próximo 30 de agosto como fecha única, la ciudad de Los Ángeles verá el dramón de la serie llevado al baile y al canto. La adaptación, que vendrá de la mano de Jordan Ross -quien ya hizo lo mismo con la película «Cruel Intentions«- contará en el reparto con la participación del creador de la serie, Josh Schwartz, y de algunos de los actores original en sus respectivos papeles (los de Luke y Kirsten exactamente), pero aún nada se sabe sobre quien dará finalmente vida y voz a los míticos cuatro protagonistas: Ryan, Seth, Marissa y Summer.
Resulta curioso pensar que se hará un musical de una serie en la que la música fue fundamental en las cuatro temporadas de la serie, por cuyo ficticio local Baith Shop pasaron grupos como Death Cab For Cutie, Modest Mouse, Rooney o The Killers (pequeño apunte personal: fue justo en «The O.C.» donde mi yo de nueve años escuchó por primera vez «Somebody Told Me» de los Killers y lo flipó todo, aunque ahora sean una basura) y cuya banda sonora dejó momentos tan memorables como esa «Hallelujah» de Imogen Heap sonando mientras Ryan y Marissa se dan su último adiós en el proceso de esta última de convertirse poco a poco en fiambre. Y si el musical resulta ser un fail total, siempre nos quedará revisionar la serie original: en un raptus de nostalgía, volví a verla exactamente diez años después y, si bien con cierta distancia, seguí emocionándome con las aventuras y desaventuras de estos niños pijos (+Ryan) californianos casi como la primera vez. Sin ir más lejos, no descarto volver a ponerme el episodio piloto en cuanto acabe este artículo.