¿Es «Bitch I’m Madonna» una de las peores canciones de la historia? Probablemente. Y ni un videoclip repleto de estrellas invitadas puede mejorar eso.
Está claro que Madonna no está viviendo uno de sus mejores momentos: será que está más obsesionada con no envejecer, con mantener un cuerpo contra-natura, con vigilar su trono de Reina del Pop a lo «Game of Thrones» (sí, utilizando la violencia si es necesario)… Será lo que sea, pero lo cierto es que todo lo dicho anteriormente parece ir en la carrera actual de Madonna muy por delante que lo que debería ser lo realmente importante: la música. Si no, no se explican patinazos como este «Bitch I’m Madonna«. Y mira que podría haber sido un statement de puta madre. Pero no.
En vez de ser un statement, «Bitch I’m Madonna» es un horror vacui en el que La Mado confunde el tocino con la velocidad, el EDM con el mal gusto, el subidón con lo cansino. Pero, claro, cuando tienes una canción con un título como este, ¿qué haces? No es difícil imaginar los ojitos de los habitantes de los despachos de marketing y publicidad haciendo chiribitas y exclamando al unísono: ¿por qué no llenamos el video de gentuza hiper-famosa diciendo eso de «Bitch I’m Madonna«? Sencillo. Muy sencillo. Pero… ¿efectivo?
La verdad es que no mucho. Cierto es que por el video de «Bitch I’M Madonna» pulula todo el puñetero mundo: Nicki Minaj (básicamente, porque canta parte de la canción), Kanye West, Beyoncé, Diplo, Alexander Wang, Katy Perry, Rita Ora, Chris Rock, Miley Cyrus, Jon Kortajarena… Pero, al final, queda la sensación de que esta sensación de fiesta en los pasillos quedó mucho mejor e infinitamente más natural en, por ejemplo, «7/11» de Beyoncé. Y, sobre todo, que Madonna se ha acabado por convertir en un ser tan chungo que, más que nada, al final a lo que recuerda este video de «Bitch I’m Madonna» es a «The Creep» de «Saturday Night Live«.