El Doctor H nos invitó a que asistiéramos a su «Enajenatorium»… Y no sólo nos quedamos tó locos con la experiencia, sino que incluso te lo explicamos.
And so the story began… El Doctor H era uno de esos científicos locos que pueblan los cuentos populares. Pero no uno de esos científicos locos que construyen un robot gigante para acabar con la civilización humana, no, sino uno de esos científicos que lo que quieren es ayudar a la humanidad y que, para ello, se encierran en su laboratorio día tras día para conseguirlo. Bueno, en el caso del Doctor H hay una pequeña gran variante: en vez de en un laboratorio, el que fuera considerado una de las mentes más brillantes de su generación se encierra en un teatro abandonado. Otra más: prefiere vestir con toques sado antes que con colorinchis surgidos de cuentos para niñas. E incluso una última: al final, eso de «ayudar» a la humanidad puede que se le vaya un poco de las manos… Pero ¿qué le vamos a hacer si al Doctor H le va más la pompa teatral que a ti que te rasquen detrás de las orejas?
La cuestión es que las investigaciones del Doctor H siempre han ido dirigidas en una dirección particularmente ambiciosa: el poder de la mente en general… y el poder de la mente para enajenarse en concreto. Ahora viene cuando me preguntas: ¿y cómo sé yo todo esto? Pues, básicamente, porque he sido uno de los escasos y privilegiados invitados del Doctor H en la ciudad de Barcelona. Aquí está instalado el hombre en cuestión hasta el próximo 28 de junio, específicamente en el Almeria Teatre (en pleno barrio de Gràcia). Y, la verdad, si todavía no has pedido cita (aquí) para su «Enajenatorium«, ya vas tardando: la entrada sólo cuesta 18 € pero hay descuentos que pueden hacer que te acabe saliendo por 12€, ¡y todo ello incluyendo un gin tonic de Hendrick’s!
Esto es más que una obra de teatro: es un puro show teatral en el que no sólo accederás a la historia del Doctor H, sino que la vivirás en tus propias carnes y se te dará la oportunidad de que participes en ella de forma activa. Un inciso totalmente necesario: no sé vosotros, pero yo soy de esos que se mueren de vergüenza cuando en un espectáculo de este tipo le piden que haga algo, pero en el caso de «Enajenatorium» he de decir que, pese a que acabé participando una gran cantidad de veces, en ningún momento me sentí a disgusto o avergonzado. Más bien al contrario: cuando eran el resto de visitantes los que participaban, siempre acababa mascullando para mis adentros «¡yo también quiero!«.
Y es que el espectáculo de «Enajenatorium» está pensado para que el espectador deje de ser espectador y se convierta en actor y parte de una historia argumental estructurada en diferentes episodios. Cada uno de esos episodios pondrá a prueba la percepción, saboteará los sentidos y reprogramará la consciencia con un único objetivo en la mente: enajenarnos, dejarnos locos, poner en duda lo que nosotros entendemos por «realidad». Mientras los ayudantes del Doctor H nos guían a través de diferentes estancias, no sólo vamos avanzando en la historia del genio loco, sino que vamos abriendo los umbrales de nuestra percepción y nos vamos haciendo más y más permeables de cara al grand finale… Un grand finale que no explicaré aquí porque ¿quién carajo quiere un spoiler cuando puede vivirlo en primera persona?
¡Ah! Y lo mejor de todo: una vez el Doctor H ha conseguido lo que quiere, que es dejarte loquer to the max, te invitará a tomar un buen gin tonic cortesía de Hendrick’s en el hall del Almeria Teatre. Una ocasión excepcional para comentar con tus compañeros de aventuras, para hacerte el listo intentando darle explicación a lo que habéis vivido… y, claro, para acabar de enajenarte gracias a la siempre maravillosa combinación de Hendrick’s con pepino.