Bigger, faster, stronger… Así es el Atlántida Film Festival 2015. Suerte que te facilitamos la vida con nuestro Top 10 de pelis imperdibles.
¿Todavía no te has enterado de que este año el Atlántida Film Festival ha dado un paso de gigante en su historia? ¿De que, al fin y al cabo, nos encontramos ante un festival completamente nuevo? Y es que, para empezar, el Atlántida Film Festival 2015 ha movido sus fechas hasta los inicios del verano, de tal forma que está celebrándose desde el 9 de junio hasta el próximo 9 de julio. Pero, sobre todo, hay todo un conjunto de novedades coyunturales que han hecho de esta edición la más grandiosa de su historia: para empezar, el número de películas que se puede ver en este Atlántida Film Festival 2015 es totalmente desbordante (¡más de 60 títulos!); y, sobre todo, resulta que el festival de cine oline de Filmin ha dejado de ser exclusivamente «online» y ha llevado parte de su programación al mundo «real».
Todo eso, sin embargo, ya te lo explicamos más que bien explicado cuando te presentamos la programación al completo del Atlántida Film Festival 2015 en este artículo especial… Así que ahora sólo nos queda una cosa por hacer: recomendarte nuestro particularísimo Top 10 de imprescindibles del festival (que, por cierto, no vienen ordenados por orden de importancia, sino por un funcional orden alfabético). Ya sabes: sabemos que, con 60 titulazos entre los que elegir, es probable que vayas un poco perdido, así que hemos decidido ponértelo un poco más fácil. No nos lo agradezcas a nosotros, sino al Atlántida. Todo el mérito es suyo.
A GIRL WALKS HOME ALONE AT NIGHT, de Ana Lily Amirpour. El debut de la iraní Ana Lily Amirpour mezcla un puñado de géneros como el western, la temática vampírica y el romance al estilo jarmuschiano con la particularidad de que la protagonista es una mujer vestida con un velo islámico que acecha por la noche a almas solitarias. Una estética muy cuidada en blanco y negro, un posible mensaje feminista y una ecléctica banda sonora se suman a los ya sobrados incentivos que nos invitan a verla. I’m in. [Esther Aguirreche]
BEYOND CLUELESS, de Charlie Lyne. Lo admito (y escuchad lo que voy a decir como si estuvierais viéndome en uno de esos programas en los que les ponen un recuadro negro en los ojos a aquellos que van a decir algo de lo que se avergüenzan): fui fan de «Clueless» más allá de lo que un adolescente heterosexual debería haberlo sido. Pero, oye, siempre fui un poco viejo prematuro y, sobre todo, lo de la heterosexualidad tampoco fue nunca muy fuerte. Por eso mismo me resulta tan curioso el hecho de que, con el paso de los años, «Clueless» haya sobrevivido como un clasicazo entre los clasicazos del cine noventero. Un clasicazo al que Charlie Lyne rinde homenaje en esta «Beyond Clueless» donde también tienen su ratio de protagonismo otros films como «Jóvenes y Brujas«, «Mean Girls» o «Sé Lo Que Hicisteis el Último Verano«… En serio, ¿se necesitan más motivos que esta ristra de títulos para querer ver este documental sobre el cine adolescente de los 80s y los 90s? [Raül De Tena]
BLIND DATES, de Levan Koguashvili. Había ganas de que llegara hasta nuestros ojos la segunda película de este director georgiano. Algunos afortunados pudieron verla en Gijón el año pasado, mientras que otros, yo incluida, nos temíamos lo peor dada la feroz negativa a estrenar en salas este tipo de propuestas. Finalmente, Filmin se ha atrevido con ella: esta comedia agria y ácida sobre la incapacidad para hallar el amor de un hombre de 40 años que remite, inevitablemente, a dos reyes del humor gélido y los diálogos cortantes como son Aki Kaurismäki y Roy Andersson. Una apuesta segura y una bonita forma de trivializar los asuntos trágicos de la vida. [EA]
GOODNIGHT MOMMY, de Veronika Franz y Severin Fiala. Todos sabemos que algo huele a podrido en Austria, así que una nueva propuesta de género como la de «Goodnight Mommy» debería antojarse como un título a tener en cuenta en esta nueva edición del Atlántida Film Fest. Un país del que han surgido cintas tan turbadoras como los «Funny Games» (1997) de Michael Haneke y otras emblemáticas obras de su demoledora filmografía en las que analiza la violencia más intrínseca de nuestra sociedad actual. También Ulrich Seidl es otro representativo autor austriaco que suma en sus películas la comedia más negra, la repulsión y esa antiestética para mostrarnos una forma de sociedad a través de su singular mirada. La trilogía «Paradise» y la reciente «I’m Keller» (2014) son títulos imprescindibles de su filmografía.
Con estos precedentes y con la, en términos generales, buena acogida que tuvo «Goodnight Mommy» en el Festival de Cine de Sitges 2014, uno no puede dejar de fijarse en esta propuesta: un thriller de terror psicológico ambientado en el círculo familiar en el que dos niños gemelos son testigos de la transformación que sufre su madre después de una operación hasta llegarse a preguntar si es ella realmente. Una sinopsis tentadora, cuyos ingredientes ya son llamativos, aunque seguro que, como toda buena propuesta austriaca, esconde mucho más que lo evidente en su premisa.
Lo descubriremos… [Isart Armengol]
HERE BE DRAGONS, de Mark Cousins. Resultaba inevitable que un festival como el Atlántida Film Fest 2015 reserve un espacio privilegiado para las propuestas menos accesibles, esas que suelen resultar invisibles al ojo del espectador medio porque requieren un esfuerzo por su parte que no muchos están dispuestos a hacer. Mark Cousins nos tiene a muchos comiendo de la palma de su mano gracias a su (imperfecta pero apasionante) serie «The Story of Film: An Odyssey«… Así que el hecho de que el Atlántida Film Fest haya reservado un importante espacio a varios de los films de este director resulta, cuando menos, de agradecer. En el caso de «Here Be Dragons«, Cousins viaja hasta Albania siguiendo la inspiración de un grande entre los grandes: Chris Marker. Al llegar allá, sin embargo, descubre que el país ha descuidado por completo su propia herencia cinematográfica en un ejercicio de desinterés (e incluso despotismo) absoluto hacia la historia del cine de su propio país. Una mezcla de video-diario y de documental protesta que, sin lugar a dudas, debería hacernos reflexionar sobre la situación del cine en nuestro propio país. [RDT]
[/nextpage][nextpage title=»PARTE 2″ ]MERCURIALES, de Virgil Vernier. Algunos ya pudimos verla en la sección Las Nuevas Olas del pasado Festival de Cine Europeo de Sevilla y, ahora, llega una ocasión inmejorable para recuperarla. El segundo largometraje del cineasta francés Virgil Vernier narra el encuentro de dos jóvenes con un sorprendente parecido físico que trabajan en una peculiar edificación en el extrarradio parisino conocido como las torres Mercuriales y la compleja, a veces desconcertante, relación que se establece entre ellas mismas y con su propio entorno. La cinta de Vernier puede leerse como cine social de denuncia, como distopia implosiva o como disección no figurativa de la relación entre dos amigas. Puede leerse, de hecho, como todo eso o como nada de eso. En última instancia, y es ahí donde creo que “Mercuriales” puede encontrar su target emocional, la obra apela al cine de sensaciones para espectadores que busquen huir de lo estrictamente narrativo. Ahí es donde se convierte en un pequeño gran must. [David Martínez de la Haza]
TALES, de Rakhshan Bani-Etemad. Si nos pusiéramos a pensar directores de cine iraní, probablemente nos vengan a la mente nombres tales como Abbas Kiarostami, Asghar Farhadi y Jafar Panahi, responsables de reconocidos filmes como “Dónde Está La Casa De Mi Amigo?” “Nader y Simin, Una Separación” y “El Círculo”. Sin la fama de sus colegas, la realizadora Rakhshan Bani-Etemad ha intentado hacerse un hueco dentro de la filmografía del país. En “Tales”, la directora entrelaza a siete personajes que luchan por sus intereses dentro de la sociedad iraní. Reconocimientos como el premio al Mejor Guión en la pasada edición del Festival de Venecia o el Gran Premio del Jurado en los Asia Pacific Screen Awards son indicios de una película a tener en cuenta. [Sergio Montesinos]
THE BLUE HOUR, de Anucha Boonyawatana. Todos tenemos nuestras filias y nuestras fobias. Y a mi, personalmente, me dices Tailandia y me das un apellido como Boonywatana y ya me he mojado un poquito la ropa interior. Me dices que, además, hay rollo mariqui en la película, y una cosa puedes tener por seguro: tienes mi atención al mil por cien. En el caso de «The Blue Hour«, a lo mejor hay otro hecho que llama la atención de aquellos menos proclives a lo thai i a lo gay: la película de Anucha Boonyawatana triunfó como la Coca-Cola en su estreno en la sección Panorama del reciente Festival de Berlín. ¿Cómo no hiperventilar? «The Blue Hour» narra la historia del típico niño gay al que le hacen bullying en el cole, su padre le pega y su familia le maltrata psicológicamente pero que, a través de Internet, parece dar con el amor de su vida. Quedan, chuscan… y, como siempre ocurre en estos casos, una cosa lleva a la otra y todo acaba con un crimen y con muchos misterios. Hasta aquí puedo leer. [RDT]
THE SMELL OF US, de Larry Clark. Larry Clark no debería ser polémico a estas alturas. Digamos que sus films empiezan a oler a plumífero o, por lo menos, en lo que respecta a sus temáticas recurrentes. Sexo de adolescentes, vidas devastadas, drogas, putiferio a tutti plen y, la verdad, poca cosa más, porque a estas alturas da la sensación que el señor Clark ya va a provocar por provocar. «The Smell of Us» tiene los visos para ser exactamente eso, una provocación. Eso sí, una provocación parisina, como si quisiera dar a entender que la peste de la degradación ya no es sólo cosa de americanos. ¿Subtexto o incapacidad de renovarse? Quién sabe, aunque lo más probable sea que son las mismas ganas de joder la marrana de siempre. [Alex Pérez Lascort]
THE WORLD OF KANAKO, de Tetsuya Nakashima. Lo de «The World of Kanako» podría calificarse como puro y duro hype. Algo que se relaciona con «Oldboy» y que, al mismo tiempo, dejó una huella tan perdurable en aquellos que la vieron en el último Festival de Sitges merece sin duda nuestra atención. Thriller oscuro, perverso y de falsas apariencias: todo lo necesario para no despegar el culo de la silla y los ojos de la pantalla del ordenador. O quizás precisamente lo contrario. En todo caso, una incógnita que gustosos resolveremos en el Atlántida Film Festival 2015. [APL] [/nextpage]