Brodinski y Timo Mass aterrizan en el cartel del cada vez más completo y gozoso FIB 2015 con ganas de darle cañita brava a la electrónica bailable.
Si por algo parece estar caracterizándose esta nueva edición del Festival Internacional de Benicàssim (además de por no haber anunciado todavía todos los artistas con los que contarán pese a estar a poco más de un mes vista de su celebración… pero esto ya es habitual) es por la enorme variedad de oferta musical por la que está apostando: entre las filas de su vigésimo-primero cartel podemos encontrar desde colosales grupos que han hecho historia como Blur y Portishead hasta un gran número de artistas de la escena musical patria como Los Planetas, Elsa de Alfonso y Los Prestigios o Joe Crepúsculo, pasando por unos nombres más propios de la vertiente indie-rock británica del festival (como Florence & The Machine o Noel Gallagher) o un buen puñado de djs que pondrán patas arriba las pistas de baile, como Tiga o el jovencísimo Madeon.
Las más recientes confirmaciones del FIB 2015, que este año se celebrará del 16 al 19 de julio en la ciudad de Benicàssim, vienen a engrosar sobre todo las vertientes más electrónicas y locales del festival, siendo quizás el cartel de esta edición el que recordamos más repleto de bandas nacidas y gestadas en el territorio español de los últimos años. Así como el alemán Timo Maas y el francés Brodinski (en la foto) se ocuparán de hacer temblar la explanada del recinto a golpe de techno-house y bailes junto al nu-disco del valenciano Edu Imbernon, las guitarras patrias de La Maravillosa Orquestra Del Alcohol (o lo que viene a ser lo mismo: La M.O.D.A.) prometen brincos y coros impregnados en sudor y cerveza. Más ritmos torrenciales y arrolladores vendrán del norte de la Península de la mano de los vascos Belako, de los catalanes Mox Nox y de los gallegos Novedades Carminha, a cuyo garaje veraniego y desenfadado es imposible resistirse.
A los talentos emergentes ya confirmados de Opatov, Celica XX o Trajano! se vienen a sumar los expertos y envolventes sonidos de Nudozurdo y Ocellot, quienes se encargarán en cambio de mecer con delicadeza los ánimos, y las sesiones de Ley dj o Luis Le Nuit, que suenan a opción más que válida para poner el broche final a una de las cuatro jornadas del festival a ritmo de hitazos que harían bailar hasta a tu abuela. A falta de un puñadito de nombres, podemos afirmar firmemente que el FIB parece haber sacado por fin cabeza de ese agujero negro en el que llevaba metido un par de años gracias a este cartel capaz de congregar a gran y variado número de público y, aún así, mantener la calidad en todas y cada una de sus vertientes musicales más variadas.