Iain Sinclair es la encarnación moderna de la figura del flâneur… Alpha Decay lo edita por primera vez en castellano en «La Ciudad de las Desapariciones».
Las calles se ensancharon, los bulevares empezaron a irrigar la ciudad como si de ríos de gentío se trataran y el espacio que se perdió en horizontal se intentó ganar apilando cemento y cemento en pos de la conquista del cielo. Los planos urbanísticos crearon a golpe de martillos y de chocantes derribos a la ciudad como tal, y esta dio a luz al hijo de su siglo: el flâneur, aquel observador apasionado, espectador anónimo que al mismo tiempo pierde y reafirma su individualidad entre la multitud de caras y pies que inundan cada día las grandes metrópolis.
Paseante apasionado, pero nunca inocente, la figura del flâneur ha encontrado quizás su máxima encarnación contemporánea en el escritor y ensayista británico Ian Sinclair, quién lleva alrededor de cuarenta años haciendo de la exploración lúcida y sagaz del entorno urbano su instrumento para descubrir el trasfondo mágico del espacio y la arquitectura que lo articula. Sin embargo, y pese a ser considerado como uno de los héroes de la prosa inglesa contemporánea, sus escritos nunca habían sido traducidos al castellano hasta el momento: llega ahora, de la mano de Alpha Decay y Javier Calvo (quien se ha encargado de seleccionar y traducir los textos), «La Ciudad de las Desapariciones«, una antología que recoge algunos de los textos más significativos de la carrera del escritor. Si la figura del flâneur nació en París por ser en aquel entonces la capital europea, es un movimiento totalmente natural que la ciudad que recorra las páginas de la antología sea nada más y nada menos que Londres, una metrópolis cuya memoria histórica se ha visto constantemente azotada por el Gran Proyecto del poder, por su afán propagandístico en forma de monstruosas autopistas y edificios.
Ésta es una crónica, década por década, de la lucha individual a veces fabulosa y muchas otras amarga, de un hombre -de un hombre que, sin embargo, es muchos y todos y cada uno los hombres- contra esta aberración, a la que Sinclair opone la mitología de los «re-olvidados»: lugares, personas y acontecimientos a menudo terribles que la cultura oficial ha reprimido. Con el humor ácido y el ingenio sagaz que caracterizan desde siempre a su autor, este libro es fundamental para comprender la vida moderna y sus relaciones con el establishment.