Jamie xx y Mike Simonetti se marcan un b2b de verdad: dos temas uno, dos temas el otro… El resultado es un locurón de sesión de tres horas y media.
Reconozcamos una cosa aquí y ahora: hace cuatro años no teníamos ni repajolera idea de lo que era un b2b y ahora perdemos el culo por ellos… Pero, sinceramente, ¿qué carajo es un b2b? ¿Hay unas reglas establecidas que hayan de cumplir a rajatabla los practicantes de este (aparentemente) noble deporte? ¿O al final es más bien un fértil campo de libertad en el que el mero hecho de que dos djs compartan cabina convierte la sesión inmediatamente en un b2b? A ver, si nos ponemos etimológicos, resulta que el b2b es una sesión en la que dos djs se van turnando a los platos, de forma que cada uno pone un tema y el siguiente tiene que salvar el tipo unos minutos después. Pero, ¿realmente se cumple esta premisa en los b2b que pueblan sesiones de club y festivales?
Yo diría que no. Yo diría que el b2b nació como un deporte de riesgo y ha acabado por convertirse en una experiencia totalmente controlada. Por eso mismo resulta tan tremendo cuando dos djs deciden conservar las reglas originales del juego… Dos djs como, por ejemplo, Jamie xx (¿es necesario explicar que el chavalín de The xx se ha convertido en uno de los magos de la electrónica actual?) y Mike Simonetti (al que también deberías conocer por ser, básicamente, el creador de esa mina de joyas preciosas que es Italians do it Better).
Jamie y Mike se pusieron juntitos (y algo revuletos) a los platos el pasado 4 de abril en el Bossa Nova Civic Club de Brooklyn: la principal regla del juego es que cada uno ponía dos temas y pasaba la batuta de mando al otro. El resultado son tres horas y medias de locurón máximo en el que es imposible establecer un género dominante (que, por otra parte, es lo que debería ocurrir en todos los b2b, evidentemente). Que nadie piense que va a despuntar el rollo Italians do it Better porque, de repente, la sesión se desliza suavemente hacia el body music más tocho o hacia el house más elegante. Sea como sea, son tres horas y medias que te hacen desear que Jamie xx y Mike Simonetti programen juntos una b2b tour. O algo así.