Tanto hablar del fantasma de la piratería literaria y, de repente, va uno de los grandes como Cátedra y se descuelga con un movimiento tan sorprendente como inteligente. Y es que, si lo que quieres es promocionar una plataforma recién creada, ¿qué mejor método que poniendola totalmente gratis a merced de los usuarios en potencia? De hecho, por ahora, lo único que te «pide» la Biblioteca Digital Cátedra, creada por la editorial para «dar continuidad y mantener vivo el fondo de las distintas colecciones del sello«, es que te registres y dejes tus datos de usuario. Lo que te dan a cambio es masivo: el acceso al tramo hard-core de las colecciones duras de Cátedra (Crítica y Estudios literarios, Historia, Arte o Teorema, además de Letras Hispánicas y Letras Universales), donde confluyen autores como Juan Ramón Jiménez, Franz Kafka, Emilio Alarcos, Pozuelo Yvancos, Carmen Martín Gaite… Goloso.