Sebas Martín retrata el advenimiento de las barbas, las camisas de leñador y lo hipster en el cómic «No Debí Enrollarme Con Una Moderna» editado por La Cúpula.
Algo está pasando en el mundo gay… Ayer bailábamos con «Barba de Tornado Australiano de Fuego» de La Evolución del Hombre al Pájaro y nos sentíamos identificados con esa letra en la que el cantante se enamora de un barbudo heterosexual que parte la pana en la pista de baile. Hoy abrazamos sentimientos similares a la hora de recibir «No Debí Enrollarme Con Una Moderna«, el cómic publicado por La Cúpula en el que Sebas Martín recoge todo un conjunto de nuevos clichés del mundo gay que, sin embargo, a priori podrían parecer bastante alejados del mundo que, fuera de las paredes de lo homosexual, se entiende como tal.
Nos estamos refiriendo, claro, al advenimiento de lo hipster: barbas frondosas y maravillosas (como las de la canción de La Evolución del Hombre al Pájaro), camisas de leñador, gafas de pasta, tatuajes ostentosos y multicolores que parecen salidos de un tugurio de marineros… Todo esto es algo que, al parecer, está llegando al mundo gay. Y, como toda novedad, está causando estragos entre los que ya estaban allá. Entre personas como Peluche, el protagonista de «No Debí Enrollarme Con Una Moderna«: un guionista de cómics que decide tener su crisis de los 50 cinco años antes de lo previsto. Ya se sabe: más vale prevenir que curar.
Sea como sea, el protagonista del nuevo cómic de Sebas Martín se ve súbitamente abocado a un mundo de postureo hipster en el que no entiende nada. Bueno, sí que entiende una cosa: le gustan esos hombres y esas pintas y, por qué no, también ese postureo que sabe que no le va a llevar a ningún sitio. Barcelona, Madrid, Murcia, Totana e incluso un área de servicio de Zaragoza son los lugares por los que Peluche transitará en este «No Debí Enrollarme Con Una Moderna«, intentando darle un sentido a algo que, todos lo sabemos, no lo tiene. Pero, ¿y lo que mola?