Si pasas de tener que tunear mil opciones antes e hacer una foto y estás harto de cámaras que dan problemas con poca luz, lo tuyo es la nueva Olympus Stylus SH-2.
Cuando te planteas la compra de una cámara de fotos, tienes dos opciones bien claras: por un lado, puedes optar por uno de esos camarotes que te den mil opciones de tuneo de la imagen, un artilugio con el que obtendrás instantáneas tremendas siempre y cuando te detengas unos segundos en calibrar las mil opciones pertinentes: y, por el otro, puedes optar por una cámara más «rápida» en la que el automático esté pensado para funcionar de la forma más óptima sin necesidad de demasiada complicación. Olympus lanza su Stylus SH-2 para revolucionar un poco el cotarro de los que se encuentran en el segundo grupo.
Y es que la principal novedad de esta Olympus Stylus SH-2 es precisamente que está dotada de la tecnología más puntera para la toma de fotos o la grabación de vídeos en situaciones inesperadas: da igual que la foto perfecta te pille por sorpresa, con poco tiempo para hacerla y en un escenario con una luz birriosa, ya que esta cámara te asegura un resultado mucho más que óptimo. A este funcionamiento increíble en circunstancias de poca luminosidad hay que sumar la cuidadísima estabilización de imagen óptica en cinco ejes propia de las gamas más altas de la firma, algo que será de especial ayuda al utilizar el poderos zoom óptico de 24 aumentos o al grabar vídeos largos en plena noche.
Eso es por dentro, porque por fuera la Olympus Stylus SH-2 no podría ser más seductora: tomando un poco la herencia de la serie PEN, esta cámara tiene un cuerpo ligero y compacto de delicioso aspecto vintage, con unos acabados metálicos que contrastan con el material central que recuerda a la piel. Por si esto fuera poco, la SH-2 incluye conectividad wi-fi para transferir rápidamente las imágenes a un smartphone… Vamos que, a partir de ahora, además del teléfono, la cartera y el móvil, siempre deberías llevar encima tu Olympus Stylus SH-2: así te aseguras de poder hacer esa foto deseada con la misma velocidad con la que sacarías tu tarjeta de crédito.