Hasta hace dos días, pensábamos que esto de los altavoces inalámbricos era algo garrulo… Pero, gracias a joyas como el Woof 2 de Creative, hemos cambiado de opinión.
Hace un par de semanas, dejábamos al descubierto nuestra nueva afición a esto de los altavoces inalámbricos en este artículo especial… Sí, lo reconocemos: hasta que nos hicimos con uno, pensábamos que esto de los altavoces inalámbricos era una práctica cochambrosa reservada a esa gente que tan por saco nos da en el metro y en otros espacios públicos poniendo a tope una música que ni nos va ni nos viene pero que hemos de tragarnos con patatas si no queremos convertirnos en parricidas convictos. Pero lo dicho: practicado con decencia y civismo, el deporte del altavoz inalámbrico es de los más sanos que existen.
Más todavía si tenemos en cuenta que no dejan de aparecer novedades tan sumamente jugosas como este Woof 2 de Creative. El punto de partida es similar al de otros artilugios del mercado: utiliza la tecnología Bluetooth A2DP para asegurarte que escuchas tu música (o lo que te dé la gana) con la mayor velocidad de transferencia inalámbrica y sin perder calidad en el camino. La batería permite un total de más de seis horas de autonomía que se mantendrán siempre a raya gracias a la función de AutoSleep que apagará el aparato tras diez minutos en desuso.
Entonces, ¿qué es lo que hace único (y sorprendente) a este Woof 2 de Creative? Para empezar, la incorporación de un micrófono integrado que te permitirá coger llamadas a través del altavoz, ya que la música se detendrá cuando pulses «recibir» y seguirá una vez hayas terminado tu conversación. Más todavía: el Woof 2 ha sido diseñado para potenciar especialmente los graves y conseguir una respuesta en frecuencia propia de altavoces de mayor tamaño gracias a la incorporación de un radiador pasivo. No vamos a entrar en tecnicismos, pero una cosa parece cierta: con esta joyita de Woof 2, se acabó el sonido enlatado. Bienvenido a la era de la alta definición en los altavoces inalámbricos.