Is Tropical es una banda que triunfa lo más grande en festivales, pero nuestra crónica de su concierto en Barcelona se pregunta si funcionan igual de bien en una sala.
A pesar de que Is Tropical han venido unas cuantas veces a Barcelona desde que ficharan por Kitsuné y se convirtieran en uno de los hypes de la temporada del 2011 y en la sensación de toda fiesta en 2013 con el hit «Dancing Anymore» de su álbum «I’m Leaving» (Kitsuné 2013), servidora no les había visto nunca en directo, quizás por problemas de agenda o puede que por problemas de entusiasmo.
El caso es que esta vez dije «sí» para comprobar si lo que tantas veces había bailado en fiestas random iba a volverme loca en directo. En la sala Bikini, un luminoso cartel con el nombre de la banda anunciaba espectáculo, fiesta y jolgorio. Pero no fue del todo así, a pesar de que lo intentaron. Emergiendo de las sombras, Simon Milner (voz, guitarra y teclados), Gary Barber (bajo y teclados), Dominic Apa (batería) y Kirstie Fleck (voz y coros) empezaron el concierto con una intro de brumas sonoras para arrancar con «Crawl«, canción de su último EP «Black Anything pt. 1«, con el que han abandonado Kitsuné para empezar con el sello Axis Mundi Records.
El grupo, que empezó siendo un trío de chicos, incorporó no hace mucho a Kirstie, que (todo sea dicho) tiene una voz angelical pero que, la verdad, a mí me resultó insoportable, y no precisamente por su voz, sino por su puesta en escena. Ella, tan mona, tan Kate Moss en los 90, tan desaliñada y tan sexy con sus shorts-bragas con medias y calcetines por encima de la rodilla, su pelo lacio y largo y su meneo de culo, no paró de hacer eso, menear el culo y ponerse de espaldas para que todos los asistentes pudieran verle bien las posaderas. En principio, me parece estupendo que todo el mundo menee el culo, que baile y que haga las tonterías que haga falta si se hacen con gracia. Pero no sé, igual no tenía el día, pero me pareció que Kirstie era un poco “mujer florero” y que se excedía demasiado en su actitud “estoy buena, miradme todos”. Por poner un ejemplo, Alice Mosshart de The Kills es una mujer que hace monerías en el escenario, pero que resulta increíblemente sexy, se adueña totalmente del protagonismo sobre las tablas y hipnotiza por igual a hombres y mujeres. Tiene lo que se llama “carisma”. Kirstie, en cambio, lo intenta, hace palmas y anima a la gente a que baile, pero se le nota demasiado que es tímida y que no lo hace con demasiada convicción… O, al menos, repito, eso es lo que a mí me pareció.
El concierto fue un recorrido por temas como los hits «Lover’s Cave«, «Leave the Party» o la tierna «Cry» del álbum «I’m Leaving«, o «South Pacific«, «The Greeks» o «What?» de su primer LP «Native To» (Kitsuné 2011). Incluso tocaron «Venezuela«, de su EP más electrónico e instrumental, «Flags» (Kitsuné 2013). También hubo tiempo para cuatro canciones nuevas, con las que Gary nos dijo que éramos muy afortunados porque era la primera vez que las tocaban en directo. Estas fueron «On My Way«, «Cruise Control» y «Land of the Nod» antes del bis, y «Fall«, que tocaron en el bis. Cerraron el concierto con «Dancing Anymore«, el superhit que todo el mundo bailó y cantó, aunque de manera un tanto descafeinada.
Quizás es que Is Tropical es un grupo que se disfrute más en el marco de un festival a las 3 de la mañana y que se saboree menos dentro de una sala un jueves por la noche. Por lo menos todo el mundo bailó, y no hubo ni una sola persona parada, aunque no fuera tan apoteósico como en otras circunstancias. Llegó el bis con la mencionada «Fall«, la alegre y hippie «Sun Sun«, para acabar con «Seasick Mutiny«. En definitiva, un concierto correcto, que podría haber sido incluso algo para recordar en un hábitat más propicio para el hedonismo. Todo tiene su momento y su lugar. [FOTOS: Gabri Guerrero]