Cuatro décadas de rock en estado puro… Todo eso y mucho más contiene «Shakey», una biografía de Neil Young que resulta tan cruda como inspiradora.
No cabe duda de que Neil Young es una de las figuras más talentosas, fascinantes e influyentes de la historia del rock. La combinación de su increíble capacidad como compositor, de su delicada sensibilidad lírica y de su famoso carácter esquivo le han conferido a lo largo de 60 años de actividad una dimensión casi mitológica, convirtiéndole en una de las mayores leyendas del rock. Sin embargo, justo debido a esta admiración hacia artistas con tanto talento y renombre, se tiende a olvidar su inseparable (y única) condición humana. Pero allí está el escritor Jimmy McDonough, en cuya biografía sobre Neil Young nos expone minuciosamente los datos oficiales y los éxitos sobradamente conocidos del artista… Pero donde también desvela la parte más oscura de Young: sus fracasos amorosos, su lucha por ayudar a sus dos hijos con parálisis cerebral o su inveterada tendencia a desaparecer sin dar explicaciones y dejar a todo el mundo colgado.
El libro, titulado «Shakey: La Biografía de Neil Young«, ha recibido elogios por parte de toda la crítica («Un descomunal retrato y vívida exhumación de la historia del rock and roll«, proclamaba el NY Times; «Un triunfo literario inspirado y inspirador«, escribía Nick Kent para The Guardian), y ha sido por fin traducido y editado al castellano por la editorial CONTRA, dándonos así la oportunidad de leer un análisis meticuloso sobre la enorme figura de Young en todos sus ángulos: McDonough es capaz de capturar el caos, los tiempos de gloria, las tragedias, la creatividad bañada en drogas y alcohol y la pura y desbordante alegría de este asombroso artista. Quizás fue justo esta autenticidad sin artificios la que incomodó al mismo Neil Young, que se opuso en todas las formas posibles a la publicación del libro.
Un intento fallido, por suerte. De hecho, la importancia de esta biografía no reside sólo en el feroz retrato que McDonough consigue del artista, mostrando en toda su crudeza tanto su carácter errático, brutal y desconcertante como la esencia de su singular talento para componer canciones y una generosidad nada autocomplaciente… La valía de «Shakey» está, además, en haber conseguido plasmar de manera apasionada e intensa cuatro décadas de rock en las que brillan con luz propia todos sus colaboradores, los músicos de su generación y los que recogieron el testigo de su talento.