En nuestro ajetreado y cansino día a día, tendemos a preocuparnos de algunas cosas en concreto (nuestro aspecto físico, nuestra ropa, el maquillaje) y, a veces, nos olvidamos de los pequeños detalles que distinguen a una Betty Draper de una Margaret Shroeder pre-Nucky Thompson: las manos y los pies. No basta con pintarse como una puerta ni gastarse los euros en Sandro si después te pones unas sandalias y tus pies gritan “help I need somebody” desde la esquina. Por eso, hoy os queremos recomendar una marca que es desde ya imprescindible y favorita en esta redacción. Se trata de Révérence de Bastien, de Bastien Gonzalez (sí, por el nombre ya podéis ir adivinando que no son best-sellers del Sephora): una marca de cosmética natural especializada en pies y manos.
Bastien es uno de los pedicuristas más conocidos de todo el mundo y ha tratado los pinreles de celebrities, starlettes y Mujeres Ricas de todas partes. Él es precisamente el que arregla los estropicios que causa Manolo Blahnik… R.E.S.P.E.C.T. Este caballero encontró su auténtica vocación después de acompañar a Pocholo y Borjamari, fijate, y sufrir un accidente de esquí. Su podólogo le hizo ver la importancia de las extremidades inferiores en el bienestar de toda persona y él, delicado y de refinado gusto como parece ser, le vio una salida comercial que desde aquí agradecemos infinitamente.
La gama de productos de Révérence de Bastien es interminable y exquisita, pero los que más nos ha llamado la atención han sido dos. Por un lado, tenemos el Black Diamond Scrub: el exfoliante natural para el pie con nombre de peli de James Bond. Esta crema que parece el barro con el Dios hizo a Adán es un exfoliante espumoso que combina diamante negro (no me preguntéis cómo), partículas de perla madre y arena volcánica negra. El diamante y las perlas aportan una acción abrasiva (y, aunque te creas que para el bolsillo también, te equivocas, porque tiene un precio más que asequible… Por lo menos es más barata que una visita al podólogo). La arena volcánica facilita la exfoliación y los aceites de tomillo y salvia cuidan la epidermis con sus propiedades purificantes. Por no hablar de tu ego, que después de un masaje con esta maravilla de la estética debería de estar rozando el techo. Bastien nos dice que también se puede utilizar para manos, codos y rodillas. Le mandaremos una nota a González Sinde, porque un repasito no le vendría nada mal.
Y luego nos ha llamado también la atención su colección de pintauñas. Además de tener una gama de colores que nos parece deliciosa e ideal para el verano (aunque sea la colección de 2010; estaremos atentos a la de este año): van del rojo passionata de Vamp modernista a los pasteles que tanto se llevarán esta primavera. Pero estos pintauñas no son unos cualesquiera: están fabricados sin formalehído, alcanfor, tolueno ni dibutilftalto, que son agentes químicos que suelen llevar estos productos que son malísimos para las uñas y cuyo uso continuado provocan, entre otras cosas, pérdida de color y escamas. Bastien nos recomienda que tengamos nuestras uñas pintadas como máximo tres días a la semana, y que sigamos su “cura” alternativa. Hombre, yo creo que con esto ya algo haremos. Señor Bastien, quedamos a la espera de sus glamourosas novedades. Mientras tanto, puedes ojear su espectacular catálogo.