¿Se ha acostumbrado la sociedad realmente a los tatuajes? Mai Oltra se plantea esta pregunta en «Written in Ink» a través de veinte retratos fotográficos.
Todo ha cambiado, claro. Pero tampoco tanto. El corazón de la cuestión no es ya si llevas un tatuaje en tu cuerpo o no, sino más bien: ¿eres lo suficientemente valiente para enseñarlo? Está claro que lejos queda la percepción de que eso de llevar tattoos es cosa de presidiarios y prostitutas, pero tampoco hemos evolucionado lo suficiente como para que una persona con tatuajes ostentosos no sea concebida como «diferente» y sea escrutada como sospechosa en medio de la calle. De ahí nace precisamente «Written in Ink«, una exposición de fotografías de Mai Oltra comisariada por Marisol Salanova que puede verse en el Colegio Oficial de Enfermería de Valencia desde el 25 de noviembre hasta el próximo 9 de enero.
Es esta una exposición indefectiblemente ligada a la autora de las fotos: además de ser fotógrafa profesional, Mai Oltra también trabaja en un entorno sanitario donde tiene que ocultar sus múltiples tatuajes. Y eso le llevó no sólo a reflexionar sobre por qué un arte como este, en el que utilizamos nuestra piel como medio de expresión artístico, debe ser ocultado en cuanto entra en un ámbito más serio, sino sobre todo a buscar a otras personas que se encontraran en una situación similar.
«Written in Ink» incluye un total de veinte retratos de personas mostrando unos tatuajes que suelen ocultar por culpa de su trabajo: educadores, periodistas, panaderos, atletas… Todos en impactantes instantáneas en blanco y negro que Oltra ha tomado alternando analógico y digital y que ha revelado ella misma para tener un control absoluto sobre el impacto cromático de cada una de sus obras. Al fin y al cabo, sólo hay una forma de obtener una normalización absoluta: dejándolo todo al descubierto. Y que conste que en «Written in Ink» absolutamente todo queda al descubierto: la piel, los tatuajes, pero también el orgullo y las emociones.