Random House edita «Esto es Agua»: un breve pero incisivo discurso en el que David Foster Wallace obliga a reflexionar sobre la vida de uno mismo.
En 2005, tres años antes de su muerte, el escritor y filósofo David Foster Wallace fue invitado por el Kenyon College de Ohio a dar el discurso de la graduación de unos estudiantes de Artes Liberales. Pero lo que tenía que ser un simple discurso de graduación acabó convirtiéndose en una asombrosa reflexión sobre el sentido de los actos humanos, sobre cómo logramos construir sentido a partir de la experiencia, pese a estar encadenados a nuestro inconsciente y a un sinfín de actos automáticos.
Este speech es recogido, editado y publicado por primera vez en castellano por la editorial Penguin Random House bajo el nombre de «Esto es Agua«, ofreciéndonos la oportunidad de leer un discurso que transciende toda expectativa y nos enseña a su vez a trascendernos, a vivir más allá de nuestro inconsciente y de nuestro -según Foster Wallace– inmanente egocentrismo. La edición cuenta con una traducción de Javier Calvo, escritor que ya se ha enfrentado a anteriores traducciones de Foster Wallace (lo que es una buena garantía del cuidado resultado final de la traducción).
En muy pocas páginas (en comparación con la cantidad a la nos tiene acostumbrados), David Foster Wallace plantea una de las cuestiones más universales y eternas de la antropología: cómo dar sentido a nuestros actos y a su conjunto, es decir, a nuestra propia vida. Un libro lo suficientemente breve e intenso para ser de aquellos que vale la pena guardar y releer y releer y releer. Releerlo una y otra vez tanto si se da el caso de que estamos amarrados a nuestras convicciones sobre la vida (pues nos obligará a cuestionar todo aquello en lo que creemos) como si estamos perdidos y lo único que deseamos es encontrarnos.