¿Llegará un momento en el que las bandas no tendrán la necesidad de estar juntas (físicamente) para grabar su música? Si nos fiamos de Bandhub, así es el futuro.
El homo artisticus es solitario por naturaleza: gusta de la soledad y de cierto sano egocentrismo, prefiere trabajar desde casa y triunfar desde casa. El homo artisticus está de suerte: las redes sociales han decidido establecer una alianza con él. Soypoeta o deviantART son plataformas que conocemos de sobra y que sirven de punto de encuentro para poetas, fotógrafos o ilustradores; también YouTube funciona como forma de dar a conocer el trabajo personal, sirviendo en muchos casos de plataforma de despegue para nuevos profesionales del arte.
Pero, ¿qué ocurre con las iniciativas que requieren de una plantilla completa de colaboradores? El ejemplo proverbial de este problema lo encontramos en el mundo de la música. Los que se dedican al fatigoso aunque agradecido deporte de hacer sonar un instrumento, sabrán lo que significa hacer kilómetros con un amplificador en cada mano, salir en busca de un batería (especie en peligro de extinción) y el significado de la expresión “mi reino por un local de ensayo”.
Gracias a la web de Bandhub esta clase de problemas quedan virtualmente subsanados. El sitio web ofrece no sólo la posibilidad de mostrar nuestras creaciones a los demás usuarios, sino que hace posible desarrollar proyectos en colaboración con otros músicos. Y no queda ahí la cosa: también podemos levantar un grupo de música desde cero. El proceso es sencillo: el usuario crea un anuncio con el nombre de la futura banda junto con cierta información sobre los músicos solicitados y los estilos a trabajar. Los demás usuarios, integrantes potenciales del grupo, podrán autoproclamarse guitarristas, bateristas, teclistas o ejecutores de castañuelas de la nueva agrupación. En fin, todo tipo de músicos son bienvenidos.
A partir de aquí, el proceso es muy similar al que tiene lugar cuando alguien decide iniciar una colaboración aislada: el músico, ya sea aficionado o profesional, grabará desde la comodidad de su casa un vídeo en el que ejecute su papel en la futura composición. Este vídeo será subido a YouTube e integrado más tarde en Bandhub, formando parte del tema final. La ejecución de todas las voces al unísono podrá ser entonces reproducida desde la web, asistiendo de este modo y desde casa, a un concierto desplegado, asimismo, desde casa. ¿Estamos ante el futuro de los bedroom artists? [José Manuel Romero Santos]