Ya sabíamos que la editorial Terranova no podía lanzar referencias normales… Sino locuras como «Montaña Tai Shan»: el discómic de Corte Moderno e Irkus (M) Zeberio.
Cuando Terranova se presentó en sociedad, nos apresuramos a dejar clara nuestra opinión al respecto (en esta noticia): de una editorial dirigida por Luis Cerveró, podíamos (y debíamos) esperar de todo… menos lo «normal». Sus primeras referencias dejaban bien claro que esta no pretendía ser otra editorial más, sino más bien una que marcara la diferencia, que se embarcara en proyectos nunca vistos por el ojo humano. Proyectos como el nuevo discómic que se han marcado a pachas los chicos de Corte Moderno y el ilustrador Irkus (M) Zeberio.
Aquí llega lo interesante: ¿qué carajo es un «discómic»? Bueno, lo cierto es que su propio nombre indica bastante bien la naturaleza dual de este formato: un disco y un cómic a la vez, todo junto y bien revuelto. Si aparecieran por separado, perderían su significado, ya que «Montaña Tai Shan» hay que experimentarlo como un todo: hay que escuchar el disco de vinilo de 7» con canciones de Corte Moderno mientras se leen las dieciséis páginas impresas a risografía con una historia surgida de la pluma de Irkus (M) Zeberio. Las contraindicaciones de este discómic dicen que si consumes sus elementos por separado, puede causar efectos secundarios como dolores de cabeza o un poderoso sentimiento de «¿qué cojones estoy haciendo con mi vida?».
¿Y de qué va «Montaña Tai Shan«? Lo mejor que podemos hacer es cederle la palabra a los chicos de Terranova, que describen esta experiencia de la siguiente forma: «Rápido y bien. Oriente y Occidente. Un viaje infinito para engañar a la muerte y seis mil seiscientos escalones de piedra para poder ver el amanecer«… Y somos conscientes de que estas palabras no habrán aclarado absolutamente nada a los lectores potenciales. Pero ¿quién necesita claridad cuando una obra resulta tan sugerente desde su punto de partida hasta su plasmación final?