«Unravelling» (FatCat, 2014), que viene a significar algo así como desenredo o aclaración, es el nombre con el que los escoceses We Were Promised Jetpacks han decidido titular su tercer álbum. Una denominación que apenas requiere un par de escuchas para probarse de lo más adecuada, sobre todo si tenemos en cuenta la trayectoria del quinteto procedente de Edimburgo. Se dieron a conocer a finales de la década pasada con el lanzamiento del urgente e incendiario «These Four Walls» (FatCat, 2009), debut que gozó de un muy buen recibimiento en parte porque venía a representar la pequeña resurrección de una mermada escena rockera en una región que seguía buscando un sucesor para los míticos Idlewild.
Su segunda entrega, «In the Pit of the Stomach» (FatCat, 2011), fue interpretada sin embargo por muchos como un pequeño paso atrás en la carrera del quinteto. Mantenían sus señas de identidad, es decir, la potencia eléctrica, las ahogadas voces de Adam Thompson y ese gusto (en ocasiones excesivo) por la épica; pero había algo que simplemente no acababa de encajar, pues el trabajo caducó demasiado rápido en nuestros reproductores. Estaban también ahí las similitudes con sus vecinos Frightened Rabbit, que si bien se mostraban un poco más cercanos al folk, habían igualmente despuntado con su debut «The Midnight Organ Fight» (FatCat, 2008) allá por 2008, para después rebajar expectativas con su segundo trabajo.
Es por todo esto que «Unravelling» se presentaba como un punto casi de inflexión en la todavía corta carrera de los scots. Y nos alegra poder decir que han salvado el compromiso con nota, algo que queda patente desde el inicio con una vibrante «Safety in Numbers» que incorpora un estribillo marca de la casa. Los momentos de inspiración continúan con «Peace Sign» y se concentran sobre todo hacia el final de la grabación: «A Part of It» combina lo mejor de los We Were Promised Jetpacks primigenios con una mayor habilidad melódica presente en un tercer trabajo que cuenta con sus mejores armas hacia el final.
«Moral Compass» es simplemente uno de los mejores temas de lo que van de año para quien escribe, y la dupla formada por «Peace of Mind» y «Ricochet» resulta de lo más sorprendente por tratarse de un registro que el quinteto no había visitado hasta ahora: una suerte de acercamiento al post-rock que uno podría identificar sin problema ninguno con el de sus vecinos de Glasgow Mogwai. Palabras mayores, desde luego, pero no deja de resultar reconfortante el comprobar como un quinteto como We Were Promised Jetpacks es capaz de tomar caminos hacia géneros en los que todavía no los habíamos disfrutado, sin abandonar del todo todo aquello con lo que se dieron a conocer.