«Los Vivos y Los Muertos» es mucho más que un finalista al Pulitzer… La novela de Joy Williams es un diálogo necesario entre la vida y la muerte.
Todo libro necesita esa frase que le ayude a vender ejemplares, ese claim que pueda ser estampado en una faja de esas que tan de moda se han puesto y que lo haga destacar por encima del resto de novedades en la librería de turno. En el caso de «Los Vivos y Los Muertos«, publicado ahora en nuestro país de la mano de Alpha Decay, parece claro que esa frase / claim debería ser algo tipo «Finalista al Premio Pulitzer del año 2001«… Pero lo cierto es que eso no sería hacerle justicia al libro de Joy Williams, que es mucho más que un segundo clasificado antes de la meta en uno de esos premios conocidos por ser incapaces de superar sus propias filias y fobias a la hora de repetir cada año premiados cortados por un mismo patrón.
Joy Williams no está cortada por ningún patrón que no sea el suyo propio, y «Los Vivos y Los Muertos» es un libro libre que se zambulle directamente en un tema tan necesario como la división preminentemente ambigua entre lo extraordinario de la vida y lo igual de extraordinario de una muerte que no hay que concebir siempre en términos negativos. Es este un libro que realiza un vívido retrato de un remoto pueblo de Arizona donde los vivos desean morir y donde los muertos se resisten a pasar al otro lado, creando así todo un conjunto de mágicas tensiones en lo diferentes planos de la existencia humana.
Huérfanas que matan el tiempo en asilos, un padre de familia que no puede quitarse de encima el fantasma de su fallecida esposa, un cazador que lo sabe todo sobre matar pero bien poco sobre vivir, una pianista suicida, una enfermera misántropa, una niña prodigio de ocho años… Los personajes que habitan las páginas de «Los Vivos y Los Muertos» prueban que, más que «Finalista al Premio Pulitzer del año 2011«, la frase / claim que define al libro de Joy Williams es más bien «El libro definitivo para aquellos que viven en el plano de los vivos y vivirán en la dimensión de los muertos«. Es decir: para todo el mundo.