Nuestra sección De Hombre a Hombre vuelve para aconsejar a los machos: ¿vas a hacer el oso e hibernar? Entonces necesitas un uniforme de estar por casa… con clase.
[dropcap]E[/dropcap]ste mes, en Fantastic Plastic Mag nos hemos puesto caseros: nuestra temática mensual se titula ni más ni menos que «Home (alone)«, y es una clara apuesta por el sanísimo acto de quedarse en casa y recuperar fuerzas después de ese verano cansino en el que la gente te arrastraba a hacer cosas locas e hiperactivas cuando lo que a ti te apetecía, como buen primate, era básicamente quedarte en casa tirado en el sofá jugando al «GTA» con una bolsa de ganchitos a tu vera. Pues, bien, ahora es el momento de que te pongas cómodo, cierres la puerta de tu casa con llave, saques la bolsa de ganchitos, cojas el mando de tu consola y te dispongas a olvidarte de que la evolución convirtió al ser humano en un ser social. Eso es para el resto de meses del año.
Pero también ocurre una cosa: somos hombres, y para nosotros eso de «ponerse cómodo» suele ser sinónimo de ponernos esa camiseta vieja que tiene tanta vida propia como para echar a correr hacia la calle habiéndote pedido una birra antes (para el camino, claro) y esos gayumbos gigantescos que sirven para equilibrar el hecho de que en el día a día solemos llevar nuestras cosas ahí apretujadas y, oye, que de vez en cuando también mola sentir la brisa de la mañana en los huevos, ¿verdad? Hasta cierto punto, y como hombre que soy, he de reconocer que este rollo me mola lo más grande…. Pero repito: hasta cierto punto. Porque la verdad es que si le hiciera una visita sorpresa a un colega y me lo encontrara de esta guisa, lo más normal es que huyera de su casa con miedo de haber pillado siete tipos diferentes de ladillas.
Y eso lo digo yo, pero como machote que eres, imagina: ¿qué pasa si una churri te hace una visita sorpresa después de haberla acosado en Tinder? ¿Crees que te va a dejar que mojes el churro con esa pinta de no haberte duchado desde la Segunda Guerra Mundial? No way! Pero no te preocupes, que aquí te traigo una solución en dos partes: primero, dúchate cada día, guarro; y segundo, hazte con un uniforme «de estar por casa» que sea confortable (eso siempre) pero también fardonísimo. Si sigues estos consejos, lo único que vas a querer hacer es exhibirte cerca de las ventanas para ser la envidia de tus vecinos y para ver si cae alguna despistada que pase por allá.
[dropcap]C[/dropcap]ULITO FINO. Que conste en acta que toda esta entrega de la sección De Hombre a Hombre ha sido una burda excusa para introducir en vuestro vocabulario el término onesie. También conocido como jumpsuit o pijama de una pieza, estos onesies de última generación ya han llegado incluso a Primark (para que te hagas a la idea de lo integrados que están en otras culturas que no son la nuestra y que son más primermundistas). Pero no sea cutre y barato: existen varias firmas que se están dedicando a hacer de esto del onesie algo sofisticado a la vez que divertido, como la básica entre las básicas OnePiece (en la foto). Lisos, con grecas alpinas, mimetizados, con banderas, con letras… Los onsies son una verdadera locura que matan varios pájaros de un tiro: son beyond cómodos, calentitos to the max y, sobre todo, sólo basta con controlar a qué altura dejas abierta la cremallera para pasar de «monseñor» a «sentirte como Michael Fassbender«. Si tienes pelo en el pecho es un plus en el ranking de macho alfa, pero esto es algo que ni se compra ni se vende, lo siento.
[dropcap]S[/dropcap]UDADERA FINA. Si, pese a todo, no te he convencido con lo de los onesies, siempre puedes recurrir a montarte tu uniforme de estar por casa con clase pieza a pieza. El único consejo aquí es que seas coherente y no te pongas lo primero que pilles: intenta conjuntar al máximo y ser lo menos colorido y estridente posible, porque la verdad es que no quieres acabar pareciendo M.I.A. tras una operación de cambio de sexo. Pongamos un ejemplo: ¿por qué no empezar con una sudadera gris con cenefas negras de Vans? Vamos, que con esto no te va a dar vergüenza cuando venga la cartera a traerte tus compras de Amazon.
[dropcap]P[/dropcap]ANTALONES FINOS. Se acabaron los gayumbos y se acabaron los pantalones de pijama que te regala cada Navidad tu abuela. Es hora de coger el toro por los cuernos y hacerte con unos pantalones de estar por casa que sean cómodos sí, pero que también tenga un mínimo de clase. ¿Por qué no seguir con el gris gracias a este chandal pitillero de O’Neill? Ancho en las caderas, estrecho en la pernera, se va a adaptar a tu cuerpo como una segunda piel. Y, sobre todo, ¿hay algún hombre que no se sienta como un actor porno cuando este tipo de pantalones le realza el paquetón? Pues eso.
[dropcap]Z[/dropcap]APATILLAS FINAS. Vale, ya tenemos una sudadera gris y un pantalón gris… Pero no quieres convertirte en un hombre gris, así que dale un toque de color a tu uniforme de estar por casa con unas zapatillas como estas Nordikas de punto rojo con un motivo blanco invernal. No esperes a que tu madre te haga una visita y se dé cuenta de que no llevas zapatillas, porque entonces te va a comprar unas en el mercadillo del pueblo y te van a hacer polvo los pies. Elije tú mismo un modelo que se ajuste a tus gustos, anda. Será por opciones entre las que elegir.