La anterior gira de Rihanna (bajo el mismo título que el disco que acababa de lanzar por entonces: «Rated R«) confirmó varias cosas. Para empezar, que la nueva diva del dance soulero (o el soul dancero, qué más da) no necesita tirar de «Umbrella» porque resulta que tiene una cartera de hits mucho más concurrida que la de otras que pretenden proclamarse sucesoras de intocables del género. Pero, sobre todo, demostró que no estábamos hablando de un animalillo de estudio que necesita recurrir al playback y a los fuegos de artificio para conseguir que sus conciertos queden resultones… No. Rihanna tiene el factor X y, aunque sí que es cierto que sus conciertos tiran del rollo espectacular, tanto o más cierto es que su chorro de voz en directo es capaz de helar las bragas de dos y tres y trescientas oportunistas. Por todo lo dicho, la nueva gira de Rihanna (que vuelve a titularse según el nombre de su último disco: «Loud«) se plantea como una de las diva-citas imprescindibles del año: el 14 de diciembre actuará en Barcelona (Palau Sant Jordi) y el 15 en Madrid (Palacio de Deportes). Lo dicho: por estas tierras tenemos (muchas) ganas de verle el pelo (rojo) a Rihanna.