Ya adoramos «Downtown» en el 080 Barcelona Fashion… Pero el catálogo de la colección de otoño / invierno de Selim de Somavilla vuelve a robarnos el corazón.
[dropcap]N[/dropcap]o vamos a volver a insistir (demasiado) en el que para nosotros es uno de los Expedientes X de la moda barcelonesa… Pero que no vayamos a insistir no significa que no vayamos a mencionarlo, así que allá vamos: ¿cómo es posible que Selim de Somavilla no haya salido victorioso en ninguna de las ediciones del 080 Barcelona Fashion en las que ha participado? ¿Cómo puede ser que la supuesta feria de nuevos valores no haya puesto la mano (y el brazo y la cara y todo el cuerpo) en el asador a la hora de aposta por uno de los diseñadores incipientes más admirados por los medios de comunicación y por la comunidad fashionista de la Ciudad Condal? Lo dicho: la verdad está ahí fuera, pero no en el 080.
Sea como sea, en lo que sí que vamos a insistir (y mucho) es en mostrar nuestra fascinación hacia la carrera de Selim de Somavilla, diseñador al que no se le han caído los anillos a la hora de trabajar con gente como Martin Lamothe, Escorpion o The Rodnik Band (juntos hicieron una colección de camisetas para Energie), pero que donde ha mostrado su verdadero potencial es en el firma que lleva su propio nombre. Con ella sorprendió a propios y a extraños en la edición de verano del año pasado del 080 Barcelona Fashion gracias a su colección «Three Thousand Words» (que le valió una Mención Especial… algo es algo): Selim llenó la pasarela de una especie de dandysmo mezclado con el swingin’ London más sobrio, más monocromático, más elegante y estilizado. Y, seis meses después, volvía a sorprender con «Downtown«, una colección de otoño / invierno en la que ciertos ecos de su anterior trabajo recibían un tratamiento más yanki sureño, más pastoral, más de cuento gótico.
Ahora, a las puertas de esa temporada de otoño / invierno de 2014 / 15, Selim de Somavilla hace público el catálogo de la colección «Downtown«… y nos obliga a revivir (más que gustosamente) las emociones buenísimas que sentimos hace meses. En este catálogo se aprecian de forma viva e intensa la utilización de materiales cálidos como la lana, la seda o la piel; y, sobre todo, se aprecia el choque de esta calidez natural contra tejidos sintéticos como el poliéster, los tejidos tecnológicos o las imitaciones de pelo de animal. De ese choque nace una tensión formal que se ve suavizada por una utilización del estampado y el color donde destacan incorporaciones al imaginario de Selim como el rombo o la espiga.
El resultado, al fin y al cabo, es una colección en el que el inevitable toque de realismo mágico en el que un toque lúgubre y gótico no impide que la imaginación se dispare y empiece a fabular finales alternativos para los cuentos de nuestra infancia. Puede que este «Downtown» tome su nombre de la canción de Petula Clark, pero si hay algo que no es la colección de Selim de Somavilla, es camp. Más bien al contrario: si algo es «Downtown«, es una un cuento de hadas para unos adultos que ya no creemos en estas figuras mágicas. O que, al menos, no lo hacemos en público.
[Photo by Alejandro Brito Designer / Assitant Sandra Querol Collado / Hair Oscar Gutierrez Juan for Tön Vangard / Make Up Christian Martínez Rubio / Model Federico Dorcazberro]