Azealia Banks por fin ha conseguido librarse del contrato con su discográfica… Y lo celebra con un nuevo tema que sabe a antiguo: «Heavy Metal & Reflective».
Por fin se puede anunciar a bombo y platillo que la carrera de Azealia Banks sigue adelante: a nadie se le escapa que esta pobre (o menos pobre que bocachancla) mujer estaba totalmente estancada en una situación en la que su discográfica se negaba en redondo a publicar su álbum de debut (nadie sabie del todo si porque consideran que no tiene calidad suficiente o porque era una burrada triple X) y ella se negaba a cambiarlo para gusto de todas las bocas. Y ahí estábamos todos, observando cómo la estrella de «212» se iba apagando en el tiempo y cayendo un poco en el olvido enterrada tanto por los nuevos hypes como por la capacidad de la niñata de meterse en escándalos y en sonoras discusiones con otros artistas. Pero ya está: Azealia Banks es libre del contrato con su discográfica y lo ha celebrado poniendo en circulación una nueva canción.
El tema en cuestión, titulado «Heavy Metal & Reflective«, hay que tomárselo más como un «todavía sigo aquí y sigo funcionando con mi propias reglas» que una intención mínimamente solvente de conseguir otro trallazo del tamaño de «212» o «Yung Rapunxel«. «Heavy Metal & Reflective» tiene todo lo que puede esperarse de una composición de Azealia Banks: es burra a más no poder, el ritmo avanza como un quitahielos al que se le hubieran roto los frenos y el rapeado de la artista no sólo es impecable, sino que sigue siendo un portento de velocidad y de flow. Ahora bien, la fórmula ya la hemos escuchado una y mil veces y no es que estemos cansados: es que queremos más. A estas alturas, la Banks debería ir por el segundo álbum, por la reválida. Así que hagamos una cosa: pasemos por este deja-vu lo antes posible y sigamos con su carrera como si nada hubiera pasado. Porque lo cierto es que la niña lo vale.