A pocos meses de que se estrene en cine «Perdida», Gillian Flynn ve cómo sus primeras dos novelas, «Heridas Abiertas» y «Dark Places, también dan el salto del papel a la pantalla.
Cada vez que pienso en Gillian Flynn me la imagino en su casa, sentada en un sofa de piel con orejas, bebiendo una copa de bourbondelbueno y fumándose un puro. Regodeándose a tope en esa maravillosa sensación que provoca el estar petándolo a lo bestia. El éxito y el reconocimiento ya sabemos cómo es, que vienen cuando les da. Y no todo el mundo está preparado para cogerlo así, al vuelo. No es el caso de Flynn, que conste. Tampoco es que la mujer lleve haciendo cosas toda la vida y de repente empiecen a caerle las uvas del árbol, pero sí es verdad que está encadenando pelotazo tras pelotazo en pocos meses.
Primero se puso a la delantera de la novela negra más puramente comercial con «Perdida» que, como ya sabéis, (porque os hemos ido dado el coñazo puntualmente aquí y aquí), tendrá su adaptación al cine de la mano del siempre efectivo David Fincher y de la que ella misma es la responsable del guión. Ahora le toca el turno a su primera novela, «Heridas Abiertas«, de dar el salto del papel a la pantalla pero de televisión, en este caso. El encargado de llevar a cabo el proyecto a la tele será Martin Noxon (que hará de showrunner y escritor de la adaptación, y que a algunos les sonará por ser el showrunner de «Buffy Cazavampiros«), la encargada del proyecto será la productora Entertainment One y Flynn supervisará el proyecto como productora ejecutiva.
Pero. ojo, no se vayan todavía, aún hay más: la segunda novela de la autora, «Dark Places» (aún inédita en nuestro país) también está siendo adaptada al cine. Total, que tenemos intríngulis criminales y novela negra con el particular (y un poco retorcido) sello de Gillian Flynn todavía para rato. Y. oye, bien.