Con «Miami Riot» Krizia Robustella volvió a ser la Reina de la edición verano del 080 y demostró por qué le debemos a ella que lo sport sea chic.
Todos tenemos claro que si el Oh La La! está enterrado en chándals de táctel y lo sport en Barcelona c´est chic no es gracias al normcore, sino a Krizia Robustella, que lleva añazos defendiendo el encanto de lo sporty pero, a diferencia de lo «normal», Krizia siempre ha apostado el doble o nada por lo «canalla» y lo barroco. Después de inspirarse en las pistas de esquiar y la moda après ski para su colección de invierno, la diseñadora barcelonesa cogió los bártulos y el ingenio y marchó a Miami para dar continuidad a su anterior colección veraniega, aquella loquérrima «Bananas» que nos gustó tanto en la anterior edición canicular del 080 y que gozaba de mucho rollo sabrosón y mezclaba el color de la ciudad fronteriza con el rollo fruti-tropical a lo Carmen Miranda. Krizia sigue atrapada en la Última Frontera, y parece que ha encontrado en la capital de Florida su media naranja inspiracional. Esta vez entrega una propuesta mucho más macarra que mezcla a las «Spring Breakers» de Harmony Korine con el espíritu combativo de Pussy Riot donde se vieron pasamontañas de lana, pistolas de agua, mucha actitud gangsta y, como no podía ser de otra manera, mucho colorinchi.
Los estampados de otras colecciones dejan paso a un trabajo más consistente del color. Sorprende muchísimo cómo «Miami Riot» capta la tonalidad de la ciudad que la inspira, los azules y los fucsias recuerdan a los neones encendidos y los rosas y lilas ayudan a conformar un conjunto que evoca la noche en la ciudad americana (todos ellos colores fetiche de la diseñadora). A medida que los modelos lucían los looks, y pese al rollo macarrilla de las pistolas y el pasamontañas (que no convenció a todo el mundo), uno se olvidaba de que estaba en el 080 y era fácil pensar en los traficantes de «Miami Vice» o imaginarse haciendo un trapicheo en el «Miami Nights«. Menos sorprendente que en otras ocasiones pero también mucho más asimilable por el gran público, «Miami Riot«, con sus faldas rodilleras, sus camisas para cualquier ocasión y esa propuesta que apuesta por lo formal sin renunciar a la diversión, muestra más que nunca una firme voluntad de convertir a Krizia Robustella en una marca 100% vendible. Ojalá pronto en nuestras calles más Krizia Robustella y menos normcore.