Que alguien me explique una cosa, porque lo cierto es que no la entiendo. Para nada… A mi entender, Nacho Vigalondo debería ser uno de nuestros valores cinematográficos no sólo más exportable, sino directamente más exportado. Y que conste que todo el rollo de la exportación debería venir justo después de que dentro de nuestras fronteras se le adorara por lo que es: por un tipo que firmó dos renovaciones del género tan tremendas como «Los Cronocrímenes» y «Extraterrestre» que deberían haberle convertido en el niño mimado del sci-fi patrio de la misma forma que nunca hemos mimado lo suficiente a Sánchez Arévalo en el terreno de la nueva comedia. En serio, ¿alguien me lo explica? Pero basta de lamentos y vamos a por lo que nos interesa, que es que Vigalondo tiene nueva película y que se estrena esta semana: «Open Windows» narra la historia de un triángulo amoroso que tiene en dos de sus vértices a actores tan conocidos y estimulantes -a diferentes niveles- como Elijah Wood y Sasha Grey. ¿Y qué hace este director abordando una historia de amor? La respuesta es que, básicamente, el tercer vértice del triángulo lo completa un tipo loco to the max que secuestra a la chica y obliga a Wood a lanzarse a una carrera en la que lo real y lo virtual se desdibujan por completo. Todo esto ya suena más Vigalondo… ¿verdad?
Soy consciente, por otro lado, que el segundo destacado de la cartelera de esta semana debería ser «The Kings of Summer«, pero lo cierto es que ya se ha hablado tanto de ella a su paso por diversos festivales que prefiero salirme por la tangente y explorar uno de esos guilty pleasures que todos tenemos y que en mi caso se llama Seth MacFarlane: el creador de «Padre de Familia» y de esa película para nada desestimable y bastante cachonda que es «Ted» vuelve ahora con «Mil Maneras de Morder el Polvo«, donde esta vez incluso se convierte en el protagonista de una comedia puramente rural (yanki) bien acompañadito de Charlize Theron y Amanda Seyfried. Cada uno tiene sus guilty pleasures, y yo no me avergüenzo de los míos. Que conste en acta.