Rarita pero encantadora, St. Vincent siempre es bienvenida en nuestro país. Por eso, después de petarlo en el Primavera Sounds, volverá de gira en noviembre.
No es nuestra intención estresaros, que es viernes, viene el fin de semana, empieza el verano y, oye, que ya tocaba. Pero no está de más avisaros de que, viendo como viene la agenda de conciertos en unos meses, se nos presenta un otoño de lo más cargadito. Ahora, en plena vorágine festivalera y organizando como están muchos las vacaciones, esto puede ser sinónimo de «¡puf!», pero cuando llegue octubre y os pique la sangre y las ganas de salir, agradeceréis la oferta de la que podremos disfrutar cuando empiece el frío. Oferta que ya hemos ido descorchando en los últimos días y que, en algunos casos, traerá a salas a muchos artistas que podremos ver (o ya hemos visto) este verano en algún que otro festival.
Es el caso de St. Vincent, cuya contundente actuación en el pasado Primavera Sound aún retumba en los oídos de los que la pudieron ver (dicen que en Oporto fue más de lo mismo). Rotunda y sin concesiones, sus pasos cada vez se van alejando más del pop convencional de sus inicios para ir conformando un ideario musical cada vez más personal. Por eso, su último disco, la continuación del gran «Love This Giant» (4AD, 2012) que se marcó junto a David Byrne, se titula igual que ella, «St.Vincent» (Universal, 2014), como si quisiera reafirmar tanto su identidad artística como la musical. Una identidad que apuesta por lo rarito y que alterna rock con electrónica y funk loqui con pop de trazo florido, pero siempre enarbolando la bandera de lo extravagante y lo único.
Con estas credenciales, la artista volverá a España en noviembre para tocar nuevas y viejas canciones: St. Vincent actuará el 25 de noviembre en la Sala Apolo de Barcelona y el 26 en Madrid en la Joy Eslava. Las entradas ya están disponibles en el portal del Primavera Sound a un precio reducido de 22 € para los poseedores del abono del Primavera Sound 2014 de Barcelona y pronto a 24 € en otros canales habituales de distribución. Este otoño agárrense que vienen curvas. Eso sí, si son como las de St. Vincent, bienvenidas sean.