Con su anterior álbum, “Long Slow Dance” (Mexican Summer, 2012), The Fresh & Onlys dejaban claro que su dirección musical se iba a apartar de sus orígenes garageros -anclados tanto en el pop como en el rock y ya difunminados en el EP «Secret Walls« (Sacred Bones, 2011)- para acercarse, no sin sorpresa, hacia los postulados de tótems teóricamente alejados de su estilo como The Smiths. Tal giro radical -coincidente con su ingreso en la discográfica Mexican Summer tras pasar por Captured Tracks y deambular por otros sellos- podía provocar que la banda de San Francisco se perdiera por el camino en sus legítimas intenciones, pero ocurrió todo lo contrario: encontró su lugar ideal, en el que demostraba todas sus habilidades para pergeñar un pop luminoso, fresco e infeccioso con mayor raíz británica que norteamericana. O, dicho de otro modo: abandonaban la academia donde compartían asiento en aquel momento con coetáneos como Smith Westerns para ingresar en la escuela en la que los siempre infravalorados The Isles se empeñaban en convertirse en los Smiths estadounidenses del siglo XXI.
Dos años después, con su nuevo disco, “House Of Spirits” (Mexican Summer, 2014), The Fresh & Onlys dan un pasito más en su deseo de erigirse en los alumnos aventajados de la high school en la que Morrissey ejerce de estirado profesor de literatura y Johnny Marr de exigente maestro de guitarra. Eso sí, sin olvidarse de que sus documentos de identidad indican su procedencia californiana, una circunstancia que influye, inevitablemente, en parte de su discurso sonoro. Dado que Mozzer ya lleva unos cuantos años disfrutando de su condición de ilustre vecino de Los Angeles, es posible que no le disguste la idea -pese a sus opiniones imprevistas e implacables- de que un grupo sanfranciscano quisiera materializar la extraña combinación formada por The Smiths y el pop tradicional de California y adornada con riffs eléctricos cristalinos y arpegiados aunque convenientemente endurecidos y compactados.
“House Of Spirits” prolonga la esencia de esa particular mezcla, donde el jangle pop armónico se entrelaza de manera natural con el pop centelleante y calentado por el sol típico del Golden State en sus versiones tanto poderosas como reposadas. Valgan como perfecto ejemplo de ello, por un lado, las briosas “Home Is Where” o “Hummingbird”, que no desentonarían en el “You Are The Quarry” (Sanctaury, 2004) de Morrissey por su dulce energía y sus adhesivos estribillos; y, por otro, la parsimoniosa y cándida “I’m Awake”, en la que Tim Cohen hace gala de sus sencillos pero magnéticos requiebros vocales. Junto a los temas mencionados, “April Fools” y “Candy” -esta con pespuntes acústicos- despliegan un juego melódico, coral y arreglístico que permitiría a The Fresh & Onlys rivalizar con los actuales The Pains Of Being Pure At Heart en la liga del indie pop norteamericano contemporáneo.
The Fresh & Onlys, sin embargo, no se conforman sólo con ahondar en el legado smithsoniano para regurgitarlo a conveniencia, sino que, además, exploran diferentes -aunque no nuevas- vías de expresión que rompen la supuesta previsibilidad de sus planteamientos. Curiosamente, los cortes que reflejan ese ánimo de cambio se condensan en el sector inicial de “House Of Spirits”, como si sus autores quisiesen coger con el pie cambiado a sus oyentes: “Who Let The Devil”, sin perder la cálida tónica general del LP, se mueve veloz gracias a un incisivo pulso post-punk; “Animal Of One”, crepuscular y melancólica según los modos californianos, invita a imaginarse a The Cure cantando en la playa de Malibú con un Cohen transmutado en Robert Smith debido a su voz sumergida en etéreo delay; y, en medio de ambas, “Bells Of Paonia” aparece como el gran hallazgo del repertorio por ser un cruce entre el feedback prístino de “Here Come The Warm Jets” de Brian Eno y las texturas shoegaze de “Sometimes” de My Bloody Valentine. Ya en el cierre del álbum, “Madness” se aproxima al synthpop escuálido con arrebatos ruidistas en forma de experimento no completado.
¿Estas últimas piezas analizadas serán las que sirvan de guía en el futuro a The Fresh & Onlys para variar y ampliar su senda sonora? Todo es posible, aunque no se debe olvidar que, para la banda de San Francisco, desde hace un par de años hasta hoy, el influjo de The Smiths resulta decisivo…