¿Eres de los que piensan que los cuentos clásicos esconden más de lo que enseñan? Entonces te alucinará «La Cámara Sangrienta» de Angela Carter.
Como bien se explicaba en nuestra reseña de «Washington Square» (que puedes leer aquí), la labor de recuperación de clásicos literarios que está llevando a cabo la editorial Sexto Piso es simple y llanamente maravillosa: en unos tiempos en los que parece que la única salida para el que quiera adentrarse en el placer de la lectura de esos clásicos es a través de tomos de bolsillo francamente horripilantes, Sexto Piso ha decidido apostar por una línea de ilustrados que multiplican el placer de la lectura no sólo con sus ilustraciones, sino también con una edición preciosa de tapa dura, un formato más grande de lo normal (para que las ilustraciones puedan disfrutarse a tope) y una calidad de papel realmente tremenda. Lo mejor de todo es que, además, la selección de clásicos es tan elegante y elocuente como para recuperar una joya tan grande como «La Cámara Sangrienta» de Angela Carter.
Es esta una colección de un total de diez relatos en los que la autora toma cuentos tradicionales y los revisiona con un afán de destapar todas esas ideas peligrosas que suelen correr como ríos subterráneos por debajo de los escritos originales de autores como Charles Perrault, Jeanne Marie Leprince de Beaumont e incluso del Marqués de Sade. Eso sin contar el exhubertante acerbo de otras tradiciones como el folclore europeo o la radionovela. Carter se dedica a extraer el contenido latente de estos cuentos tradicionales y llevarlo hasta la superficie, poniendo el acento sobre lo feminista y sobre una visión particularmente violenta del sexo. Por si esto fuera poco, la edición de Sexto Piso de «La Cámara Sangrienta» viene acompañada de las ilustraciones elegantes y estilizadísimas, también muy clásicas, de la chilena Alejandra Acosta. Si eres de los que pasas calor en verano, ni te acerques a este libro… Porque promete elevar la temperatura del lector en muchos grados.