Hay dos cosas que le sientan muy bien a la electrónica: el anonimato y los bombos gordos. Y Zhu cumple a la perfección estos dos requisitos.
El anonimato. No hace muchos días, le dedicamos en estas páginas virtuales un WhatHype?! y, por aquel entonces, no sabíamos si ZHU era hombre o mujer, oficial o caballero, americano o panameño. De sus detalles personales poca cosa ha trascendido hasta ahora. Se dice, se comenta, que es un productor de Los Ángeles. Y poca cosa más. ¿Qué conseguimos con esto? Uno: provocar una curiosidad insana por saber más de él y de su circunstancia, pero de forma ya más morbosa que curiosa (el «Efecto Burial«); y dos: no tener más remedio que centrarnos en su música y entender que escuchar es lo primero, lo demás es secundario.
Desconocemos su edad, pero sí sabemos que ZHU pertenece a una nueva generación de productores musicales que le dan más importancia al fondo que a la forma y que utilizan los medios que les provee Internet para desperdigar su música y dejar que sean los propios usuarios de las plataformas musicales los que la propaguen como polen infeccioso. Si la cosa merece la pena, triunfará. Si, por el contrario, es morralla infecta, se perderá como lágrimas en la lluvia. Darwinismo puro. Soundcloud es la casa de esta generación que sabe que es más importante un link que un contrato con una discográfica, es ese nuevo Myspace que puede darte lo mejor del día pero también convertirse en un agujero negro que absorba su tiempo. Como muchos antes que él, ZHU puso en streaming al completo el EP «Nightday» (Mind of a Genius, 2014) pocos días después de haber colgado «Faded«, «Cocaine Model» y «Paradise Awaits»; y, desde entonces, la cosa está corriendo como la pólvora.
Todavía no sabemos nada de él, pero la verdad es que tampoco importa mucho porque está clarísimo que «Nightday» es uno de los lanzamientos electrónicos más sabrosos de lo que llevamos de año.
Los bombos gordos. «Nightday» mezcla deep house y R&B sin poner ni una gota más de lo uno o lo otro. Dos géneros que son como el lila y el azul: quedan chillones, pero muy bien juntos. Y, como propone su nombre, el EP está marcado por la dualidad de la noche y el día. O por la continuidad de lo uno y lo otro, pero en el sentido contrario al del sentido biológico, porque «Nightday» empieza de noche y acaba en el after… y luego ya, si eso, en la cama. En el hay modelos que quieren ser como Kate Moss (a ver quién es el guapo que le quita a «Cocaine Model» el estatus de temazo dance del año), fiestas, borracheras y mucha decadencia. Pero también hay muchísimo bombo gordo que te hace salivar como al perro de Paulov (cuidadín especialmente con el de «Faded«, que hará que al escucharlo te suban de golpe todas las pastillas que te has tomado en tu vida). Y todo sin miedo a mezclar el rollo de vocecita mojabragas de The Weeknd y los sonidos house-noventeros resucitados por Disclosure (que llegan a su punto culminante en «The One«) de los que Zhu es es, desde ya, digno heredero.
Será cuestión de empezar a averiguar cuál es su código postal para poder enviarle el cetro y también porque, aunque su identidad sea lo de menos, molaría conocer más cosas sobre ZHU y su persona, básicamente, para poder tener alguien a quien darle las gracias por el EP de house más calentorro y gustoso del año.