Con la llegada del estío, la cartelera se desinfla… Suerte de presencias estimulantes e insulínicas como «Big Bad Wolves» o «A 20 Pasos de la Fama».
[dropcap]C[/dropcap]ómo se nota que llega el verano y que la gente prefiere salir a la calle y abarrotar las terracitas antes que volver a las salas de cine que han estado frecuentando durante el otoño y el invierno (e incluso parte de la primavera). También está claro que después la tortilla vuelve a darse la vuelta y los espectadores vuelven a las salas a la búsqueda del agradable aire acondicionado que les haga olvidar el horror del calor peninsular. Pero esa será otra historia de la que nos tocará hablar más adelante… Por ahora, vamos a lo que toca. Y lo que toca es ver cómo la cartelera se desinfla semana a semana y no hay casi grandes estrenos que echarse a las espaldas. Aunque, como siempre, eso de «grande» es algo que resulta relativo a la hora de hablar de los estrenos. Tomemos por ejemplo «Big Bad Wolves«, que puede ser que no llegue a nuestras grandes pantallas con espíritu de blockbuster, pero que cabe la posibilidad de que se revele como un sleeper en toda regla. Los actores son puros desconocidos y los directores no vienen avalados por grandes carreras. Y, sin embargo, «Big Bad Wolves» lo petó lo más grande en el pasado Festival de Sitges 2013, del que salió laureada por un público que se mostró unánime al señalarla como una de las sorpresas del certamen. El film de Aharon Keshales y Navot Papushado se centra en la historia de tres personajes diametralmente opuestos que ven sus destinos unidos por todo un conjunto de brutales asesinatos en un pueblo alejado de la civilización. Y lo cierto es que no es necesario revelar mucho más para transmitir la idea de que «Big Bad Wolves» es un chutazo de insulina para una cartelera demasiado desvalida.
Otro chutazo de adrenalina es el del estreno del último ganador del Oscar al Mejor Documental: «A 20 Pasos de la Fama«, en la que Morgan Neville pone al descubierto las historias de esas coristas que han ayudado a escribir la historia de la música… aunque sea en letra pequeña. Sus historias son emotivas como sólo pueden serlo las historias de unas mujeres que decidieron quedarse en segundo plano, a veces por decisión propia y otras porque la suerte no les acompañó. Y, pese a que «A 20 Pasos de la Fama» está repleta de cameos de artistas aborrecibles, lo interesante es que al final se hace justicia y, por una vez, estas voces demasiado acostumbradas al segundo plano pasan a un primerísimo (y agradecidísimo) primer plano.