¿Necesita el mundo una secuela de «Spring Breakers» sin Harmony Korine? Para nosotros la respuesta es no, pero para los productores parece ser que es sí.
¡Ah, las secuelas! No puedes vivir con ellas, pero tampoco sin ellas. Bueno, en realidad, sin ellas estaríamos mucho mejor. Imaginad un mundo sin «La Sirenita 2«, sin «Grease 2» o «Los Inmortales 2«. ¿Cómo se siente? Bien, ¿eh? Bueno, pues a partir del año que viene también tendremos que imaginar un mundo sin «Spring Breakers: La Secuela» porque, según se anunció hace unos días, el último trallazo de Harmony Korine tendrá continuación… Pero sin Korine. Y sin James Franco. Y sin Vanessa Hudgens, ni Selena Gomez, ni Ashley Benson ni Rachel Korine. Vamos, que lo único que tendrá que ver la segunda «Spring Breakers» con la primera (a la que le dedicamos una extensa «Panavisión» aquí) será el nombre y que irá de un montón de guarras que se pasean todo el rato por ahí en bikini. Por lo demás, cualquier parecido con el original parece ser que será pura coincidencia.
James Franco, que de bocachancla y temerario público no tiene nada, ya ha salido al tajo erigiéndose como portavoz del equipo de la primera película y ha puesto el proyecto a caer de un burro alineándose a favor del trabajo de Korine. «Será una secuela horrible«, ha dicho en un comunicado, «estos productores están capitalizando ese filme innovador para hacer dinero con una secuela débil«. Los productores, como respuesta, le han dicho que se calle, que él mismo es un yonki de las secuelas que poco puede decir (es veradad, Franco ha salido en tres: «Oz: Un Mundo de Fantasía«, «Spider-man 2» y «El Origen del Planeta de los Simios«). Los mismos productores de la secuela, esos señores con joroba, orejas puntiagudas y roña debajo de las uñas, han viajado hasta Cannes para buscar financiación y distribución. De momento, ya tienen atadao a Jonas Akerlund como director (el de los vídeos de «Telephone» y «Paparazzi«» de Lady Gaga) y a Irvine Welsh como guionista, y aseguran que «Spring Breakers: The Second Coming» hará que la primera parezca que iba de unas princesitas Disney que buscan su lugar en el mundo. Van tan fuertes que hasta han hecho correr el rumor de que en la peli saldrán las Pussy Riot. Pero, vamos, que las Pussy Riot han dicho que ellas bastante tienen con lo suyo como para salir en la secuela de «Spring Breakers«.
A nosotros, que somos muy team Franco y muy team Korine, toda esta historia de una secuela de la que fue una de las películas más locas del año pasado no sólo nos huele a chamusquina, sino que nos da una pereza horrible y ya lo vemos venir: si «Spring Breakers» supo caminar con paso firme en la delgada línea que separa el garruelo de la obra maestra, esta secuela caerá de lleno en el garruleo complaciente de multisalas de centro comercial. Prescindible, vaya.