El próximo jueves 15 de mayo, La Fonoteca y Gent Normal rinden homenaje a Zeidun. Para la ocasión, han reunido a ocho grupos que surgieron de esta banda fundacional.
Pregunta de examen sobre la escena musical catalana: ¿qué tienen en común las ocho bandas Esperit!, Autodestrucció, Joan Colomo, Els Surfing Sirles, L’Orquestra de Sant Celoni, La Célula Durmiente, Murnau B y Omega V? Que, a pesar de que cada una se puede decir que son de su padre -aunque algunas lo compartan-, todas tienen una madre en común: Zeidun, una banda que nació en 1998 y que es considerada uno de los pilares fundamentales de la escena emo, hardcore y post-hardcore nacional. Algunos le atribuyen, incluso, la categoría de grupo de culto. De su tronco salieron estas ocho ramas, ocho grupos que pueden presumir de tener una identidad muy propia y muy personal y que a día de hoy dinamizan con sus propuestas esa escena local d´aquesta, la nostra terra.
La facción catalana de La Fonoteca y los chicos de Gent Normal han conseguido juntar a estos ocho grupos en un mismo escenario para rendir un sentido homenaje al germen de todos, Zeidun. Será el próximo jueves 15 de mayo en el CCCB dentro del ciclo BCNmp7: Músiques en Procés, con el que se quiere dar visibilidad a esa especificidad musical tan suya de Barcelona. El evento en cuestión se llamará «Me gusta pero me mata: Genealogía de Zeidun«: un concierto en el que no sólo se escuchará música, sino que también se verán fragmentos de documentales con entrevistas e imágenes de archivo sobre la historia de esta banda que, en los últimos quince años, nos ha servido de proveedora de muchas trazas de genialidad musical que podemos disfrutar en los conciertos y festivales de hoy en día.
Dicen que, en su momento, a Zeidun no se les hizo el caso que se merecían (¿y qué mejor manera hay de premiar a una banda de hardcore que ignorándola para que su mensaje quede aún más patente?), así que este homenaje se puede considerar una especie de rendir cuentas y dar las gracias, mirando al pasado sin ira, más bien con toda la admiración del mundo.