Ya iba siendo hora, dirán unos. Pues sí, asentirán el resto. El modisto Karl Lagerfeld ha sido condecorado, finalmente, con la Legión de Honor del Gobierno Francés, el más importante reconocimiento cultural del país galo. Ha sido condecorado en calidad de Comandante (atención, porque en estoy hay cinco rangos y, aunque también fueron condecorados en su día Valentino y Giorgio Armani, ninguno supera a Yves Saint Laurent, que fue distinguido como Grand Officier, la máxima categoría… Diríamos que YSL sería como el Almirante Adama de Battlestar Galáctica y Lagerfeld sería Saúl Tigh, que también mola.). No cabe duda de que 2010 será el año del director creativo de Chanel y Fendi porque, a lo largo de estos doce meses, también se encargará de fotografiar el calendario Pirelli 2011, todo un reto para su vena de fotógrafo que explota desde hace años. Si el de Larios te parece la bomba, este ya ni te cuento. Reina la curiosidad de ver cómo trasladará su peculiar visión de la fotografía y de la moda a este formato, susceptible de ser loado por camioneros salidos. Lagerfeld ya ha dicho que para la ocasión reunirá a todas las top girls (¿estará entre ellas Vanessa Paradis, la nueva imagen de la línea de bolsos Coco Cocoon y sustituta de Lily Allen?), pero que las sesiones tendrán lugar en su estudio de Paris, huyendo de clichés playeros y arenosos, como fue el caso del calendario del año pasado. Además, Lagerfeld sorprendió a propios y extraños (y con su carrera ya tiene mérito) con la presentación de la temporada otoño-invierno de Chanel, enmarcándola en un entorno gélido y frío. Como Barcelona la semana pasada, pero en fashion.