Uno de los discos que nos acompañaron durante el verano del año pasado fue, precisamente, «New Identities» de The Yellow Melodies: ese «borrón y cuenta nueva» con el que Rafa Skam y compañía ponían los marcadores a cero a la hora de seguir explorando esas filias british que tantas alegrías nos han dado en la prolífica carrera de este artista (que, no lo olvidemos, milita en múltiples bandas entre las que todos debemos guardar un espacio especial en nuestros corazoncitos para Vacaciones). Lo mejor de todo es que aquello no fue un amorío estival: incluso en pleno invierno, las canciones de pop de ojos azules de The Yellow Melodies son capaces de calentar las manos y los pulmones de quien lo necesite.
Y parece que eso de calentar almas debe ser una de las principales aficiones de Skam, ya que cuando le pedimos desde FPM si quería brindarnos un 9 Songs, eligió un tema tan dulcemente peliagudo como «Canciones bonitas para combatir la depresión» (además de enviarnos una foto suya de pequeño para utilizarla como encabezamiento)… Creednos: su selección funciona como ungüento para todo tipo de heridas. Si no os fiáis de nosotros, dadle al play.
1. Para afrontar los malos momentos, basta empezar con “Million Suns”, de Ooberman (incluída en su disco «The Magic Treehouse»; Independiente, 1999). «Contra la melancolía, la luz… mucha luz… como la que dan “un millón de soles…” Con el principio de la canción, con ese “a star in heaven knows my name”, te dan ganas de salir a la calle y gritar para celebrar que estás vivo, que cada día tiene sentido y que hay que aprovecharlo al 100%. Y es que el estribillo te repite constantemente ese “you shine with the light of a million suns” que suena magistral. Me enamoré de este grupo de Liverpool con esta canción y este su disco de debut, agotado poco después de salir y casi imposible de encontrar. Aún recuerdo que el chico de London Calling me lo pudo conseguir por unas 4500 pesetas de entonces. Este verano casi se me caía la baba cuando hacía un sueño de fan realidad: poder quedar a cenar con Dan y Sophia, esas voces celestiales que se oyen en la canción, los creadores de este tema tan brillante, y que ahora tienen un nuevo proyecto muy interesante llamado The Magic Theatre.»
2. Un remedio para la depresión post-vacacional: “The End of the Summer on Bookbinder Road”, de Cocoanut Grove (incluída en su álbum «Madeleine Street»; Fridlyst, 2008). «Cómo afrontar el final del verano con nuevos ánimos, la vuelta al trabajo como una época nueva llena de sorpresas… La primera vez que escuché esta canción se me pusieron los pelos de punta, y la culpa la tiene un individuo de Ümea, en el norte de Suecia, que combate su tristeza haciendo canciones tan preciosas como ésta, que hacen brillar al máximo la poca luz de la que disfruta en su país.»
3. Sueña con 2000 lugares maravillosos a la vez con “Two Thousand Places”, de The Polyphonic Spree (incluída en su álbum «Together We’re Heavy»; Good, 2004). «“Tienes que ser bueno, tienes que ser fuerte, tienes que estar en 2000 lugares al mismo tiempo…” ¿Te lo imaginas? ¡Y es que cualquier canción de este numeroso grupo de Dallas (Texas) resulta un bálsamo natural contra la depresión! Cada vez que les escucho, siento la necesidad de ponerme a hacer mil cosas… Imagino hasta esos 2000 lugares maravillosos de los que hablan, y es que tal y como termina esta grandilocuente pieza musical, “el amor brillará hoy, y el tiempo desaparecerá, por lo que puede crecer el amor”.»
4. Cambia, cambia… “Changes”, de David Bowie (incluída en su álbum «Hunky Dory»; RCA, 1971). «Y es que ya que sales y te lanzas a todo, no debes volver atrás, ¡¡¡y tienes que cambiar!!! Si no mutas, tu vida se volverá monótona y previsible… Ya lo decía Bowie en el 71, un artista en continua evolución, uno de mis cinco favoritos de la historia seguro… Oh, Bowie!, “I just gonna have to be a different man”.»
5. ¿Te has enterado ya? “Stop Me if you Think You’ve Heard This One Before”, de The Smiths (incluída en su álbum «Strangeways, Here We Come»; Wea, 1987). «The Smiths siempre me han hecho inmensamente feliz, superar las crisis de cualquier tipo; y aunque la gente se decante por el «The Queen is Dead» como mejor álbum, el «Strangeways, Here We Come» siempre ha sido mi favorito. Éste uno de esos temas que me ponen las pilas cada vez que lo escucho… y nunca me canso… y hasta me pongo a bailar… “Stop me, oh, stop me, stop me if you think that you’ve heard this one before. Nothing’s changed, I still love you, oh, I still love you”…»
6. Y a seguir bailando con “The Good Old Days” de The Lodger (incluída en su álbum «Life is Sweet»; Bad Sneakers, 2008). «“¿Podría ser el inicio de algo? ¿Podría ser el final de una etapa? ¿Podría ser el inicio del futuro? ¿Podrían ser los buenos viejos tiempos? Porque últimamente he estado tan deprimido y tan solo, he estado tan agotado y triste, he estado tan perdido y tan abatido, he sido muy malo contigo… ¡Está bien! ¡Está bien!”. Esta es una de esas canciones cuya melodía, ritmo y letra te ayudan a superar los malos momentos; y es que, escuchándola, ¡te dan ganas de salir a divertirte! La verdad es que cualquier canción de este magnífico grupo de Leeds consigue estos efectos, pero ésta en concreto insiste en la letra hasta la saciedad… “Alright!”.»
7. Desarrolla tu capacidad de superación con “En Noches Como la de Hoy”, de La Casa Azul (incluída en su álbum «Tan Simple Como el Amor»; Elefant, 2003). «Guille Milkyway es un auténtico genio capaz de componer joyas de pop atemporal como ésta, con una melodía y un ritmo radiantes, y con una letra optimista especialmente indicada para transformar de golpe cualquier momento bajo de ánimo en un estado eufórico: “En noches como la de hoy vuelvo a brillar cuando en el club suena ese hit de los In-Crowd. La gente baila y no puede parar, todo vuelve a parecer genial”. Cualquiera de las canciones de La Casa Azul te hace soñar, te dibuja una sonrisa tonta en la cara y, si te la pones para desayunar, saldrás con una energía desbordante a la calle y con una confianza desconocida en ti mismo (“Y sé que puedo hacerlo, nada lo impide, todo es perfecto”).»
8. El amor y la pasión como las mejores medicinas contra la depresión: “Sugar Baby Love”, de The Rubettes (single publicado por Polydor en enero de 1974). «Una de esas canciones cuyo comienzo ascendente te empuja a la pista de baile a darlo todo. Me encanta pincharla porque cuando lo hago la gente lo pasa en grande… Una joya del pop clásico que nunca se pasará de moda y que te llena de energía positiva en una noche espectacular.»
9. Razones actuales y banales para estar siempre feliz: “I want the world to stop” de BELLE & SEBASTIAN (incluída en su album ‘Write about love’, -Rough Trade, 2010-). «Siempre surgen nuevas razones para ser feliz, como esta canción que descubrí recientemente escuchando el nuevo disco de Belle & Sebastian, y que ponía una y otra vez en el reproductor del coche sin dejarme llegar al corte cinco del álbum. Sentía que la canción desprende una magia y una emoción tales que no he podido quitármela de la cabeza desde entonces. Me doy cuenta de que quizás los momentos más felices están muchas veces en las cosas más sencillas (“Let me feel the air again, the talk of friends”)… Así que, después de vibrar con esta maravilla del pop actual, sólo deseo como dice Stuart Murdoch, que “el mundo se detenga y que me regalen la mañana, la tarde y la noche”…»
«Como bises a estas 9 canciones, y por eso de formar parte de dos grupos, me gustaría compartir una canción de cada una de ellos, que tienen unos efectos terapéuticos similares…»
Bis 1. Autodeterminación: “Ahora sí!”, de Vacaciones (extraída del single 7” «Espero una Respuesta»; Elefant, 2000). Es mi canción favorita de Vacaciones, ¡sin duda! Una obra de arte de José Alberto, el batería, el compositor de la mayoría de las canciones: un tipo con un talento, una cultura y gusto musical exquisitos. La letra es ideal para remediar cualquier bajón de ánimo, con un positivismo exacerbado y un derroche de autodeterminación: “Que ahora sí me vais a ver, porque ahora sí yo soy el rey”. Con una atmósfera de guitarras que irradian ilusión y entusiasmo… “Aquí estoy yo diciéndote que sí otra vez”.»
Bis 2. Todo esto cuesta, pero al final puedes conseguirlo: “Success”, de The Yellow Melodies (extraída del álbum «Repertorio B; Pussycats, 1998). «A pesar de unos cuantos discos y un montón de canciones, mi favorita sigue siendo esta perla incluída en nuestro disco de debut: un tema con una melodía luminosa y unas guitarras cristalinas, y en cuya letra se plasma a la perfección ese estado eufórico con el que grabamos todo el disco: “Quiero ver que todo lo que hago no va a ser una pérdida de tiempo… Quiero saber que en mi vida va a haber una estrella que me guíe… Voy a ser para siempre joven y construirme una bonita historia”.»